Pese a los esfuerzos que se realizan en ciertos niveles del Gobierno, en el plano general y con características especiales en algunos distritos del país, de manera especial en los que con más frecuencia se afecta la seguridad de las personas, lo evidente es que la inseguridad sigue siendo el motivo de mayor preocupación en la cotidianidad ciudadana.
Es que el problema tiene variadas características, el origen de ciertos problemas están ligados a condiciones "sociales", por así definir delitos que se producen en especiales circunstancias. Pueden ser causas provocadas por limitaciones económicas entre algunos agresores, que roban por necesidad, llegando a maltratar la humanidad de las víctimas. En otros casos sucede a la inversa y los delitos son cometidos por gente que maneja mucho dinero y exagera en sus gastos y los actos violentos que produce.
Otros factores adversos corresponden a imprudencia de conductores de motorizados, chóferes ebrios, malas condiciones técnicas de vehículos, calles o carreteras en mal estado, son hechos que también complican los factores de seguridad y tranquilidad de personas y familias.
El hecho de vivir en zonas alejadas, en las que hay deficiencias de alumbrado público, falta de servicios de transporte público, claramente la falta de servicio telefónico y además la ausencia de policías por la carencia de un adecuado retén que permita la presencia permanente de guardianes del orden, se suman a las causales de inseguridad en los barrios.
Otras condiciones propicias para la comisión de delitos, puede ser también el descuido de personas con sus bienes personales, el caso de portar costosos celulares en la vía pública o en transporte público, retirar dinero de cajeros automáticos sin ninguna precaución, retirar ostentosamente fondos en alguna entidad bancaria o en otro extremo descuidar sistemas de seguridad en bienes inmuebles o pequeños negocios. Todo es susceptible de tentación para los "amigos de lo ajeno", por lo mismo el propio ciudadano debe darse el tiempo suficiente y los modos necesarios para cuidar su propiedad personal y familiar.
Ya se ha dicho que la seguridad ciudadana es tarea de todos, pero lo importante es que corresponde a la unidad policial de cada distrito que debe establecer planes de permanente control, extremando los recursos que tenga y exigiendo que se cumplan obligaciones generales para su correcto funcionamiento, eso implica contar con un parque automotor en perfectas condiciones, dotación de combustible en cantidad suficiente y algo importante, dotación correcta de equipos de comunicación, de armas de reglamento, chalecos antibalas, indumentaria para controlar manifestaciones violentas y por encima de todo una actualizada capacitación de servicios policiales en defensa de la comunidad en todas las instancias que fuese necesaria la intervención de los guardianes del orden público para defender la propiedad colectiva.
Estamos viviendo tiempos de zozobra, observando el desastre de la violencia en otras latitudes, el trabajo de policías en los marcos racionales y en ocasiones de alta violencia. Lo que se quiere es que los malos ejemplos no cundan y que nuestra Policía sea ejemplo de fiel cumplimiento de las normas que rigen a una institución creada y vigente para trabajar por la seguridad ciudadana.
La ciudadanía debe conocer sus derechos, asumir medidas preventivas, conservar la calma, requerir los servicios competentes y no exponerse a situaciones de riesgo. La Policía y sus efectivos tienen la ineludible función de garantizar la seguridad y el bienestar de estantes y habitantes del distrito.
Fuente: LA PATRIA
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