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Domingo 01 de octubre de 2017

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Revista Dominical

Carta a mi Padre...

01 oct 2017

ABDÃ?N PORTILLO AYALA

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Querido Papá

Podrás preguntarte el porqué de esta carta...después de tu fallecimiento en 1963...

Pasaron 54 años de no tenerte, por cierto, hoy tendrías 103 años, una larga vida que fue interrumpida a tus 49 años...una muerte por colitis, que horror para ti. Pa...después de estar 44 meses prisionero de guerra en el Paraguay.

Falleciste en el Hospital de La Quiaca, Argentina, un 12 de Marzo y fuiste llevado ante la exigencia de integrantes de la Federación de Ex-combatientes de la GDCH, que insistieron tanto, que al final fuiste llevado a Villazón, tu cuerpo fue velado en la Biblioteca de la Alcaldía y al día siguiente, en cortejo fúnebre llevado al Cementerio...para que te sepultaran.

Tenía tan solo diez años y ya con una misión, retirar la Cruz del Carpintero y tratar de alcanzar al cortejo, cosa que logré, cuando ingresaban al Cementerio.

Esa tarde empezó el final de tu historia Pa...recuerdo los estandartes y mucha congoja, llanto, gritos de desesperación...estaba Mamá y nosotros cinco, tus Hijos...que siendo tres menores, entendíamos muy poco...la muerte, nos era ajena entonces.

De pronto escuchamos que te nombraban, era tu nombre el que pronunciaban, hablaban de ti, y las lágrimas se hacían más llanto...

No creo haber visto tanta angustia y dolor, mira que yo era un observador, un principiante en captar las emociones, en interpretar los sentimientos de todos, era todo nuevo.

Pa, estaban los Tíos, tus Hermanos que habían llegado de La Paz, para despedirse y acompañarte a ese final tan frustrante.

Y llegó el momento en que la tarde fue dividida, fue cortada por el sonido del silencio...ese sonido que nos anunciaba tu partida...ese silencio que hoy lo escucho y te acerca, aunque nunca tu memoria, tu recuerdo nos dejó.

Pa...pasarían unos días donde empezamos a extrañarte, se hizo presente tu ausencia y hasta hoy te espero, hay días que miro la puerta y creo que está bajo el marco de esa puerta, como esperando.

Nada fue fácil sin ti, a pesar de los sacrificios de Mamá y la gran ayuda de los Hermanos mayores, tú no estabas y fue duro para todos...y aquí estamos.

Pa, déjame contarte algo que me ha desvelado...empecé a buscarte en lo que fue la GDCH, y especialmente en Boquerón...Fortín en el que estuviste junto a tus camaradas defendiendo ese espacio que habían tomado y defendido durante 23 días, hasta el 29 de Septiembre de 1932, día de la caída de Boquerón y luego fueron llevados como prisioneros al Paraguay.

Dónde no busqué...el EM junto a tu Hermano, te busqué en libros, alguna película o documental, tratando de encontrar pistas que me permitieran encontrar algo de ti...

Hay de todo Pa, desde falsos investigadores, vendedores de medallas, investigadores que nunca consiguieron nada, solo promesas. Quiero que sepas que hay personas desinteresadas, que me dieron algunos datos e información...a quienes rescato y agradezco.

Te cuento Pa, que leí bastante sobre Boquerón, me integré a diferentes Foros de Paraguay y Bolivia, ingresé a Grupos para encontrar lo esencial, lo real, lo auténtico y nada, hasta fui eliminado de un Grupo, por no compartir su metodología o mentalidad.

Propicié, junto a otros descendientes de defensores de Boquerón, la creación de un Grupo que se dedicara al estudio, investigación y seguimiento de Ustedes y vuestros hechos para poder homenajearlos como corresponde, sin tanto bombo y platillo de acuerdo a la conveniencia de sobresalir los que realizaban los eventos, y Uds. seguían siendo abandonados y olvidados.

Debo confesarte Pa...que me cansé, me harté de tener que andar tras de personas "influyentes" para conseguir algo de información que me permitieran cerrar el círculo y nada.

Por eso y concluyendo esta carta, quiero que sepas, que a días de que se cumpla el 85 Aniversario de la Caída de Boquerón...he tomado la decisión de no seguir en esa búsqueda, porque la verdad la conoces vos y tus Camaradas, Uds. vivieron, padecieron, murieron y los que siguieron con el cautiverio, y luego volvieron o algunos se quedaron a vivir en tierra paraguaya, son los auténticos dueños de esa historia de heroísmo y amor a la patria.

De ahora en más, pensaré en tus sueños, ilusiones y esperanzas, que de alguna manera se van cumpliendo en tus Hijos y Nietos.

Padre, más que un Héroe, un defensor de Boquerón, un Ex-combatiente de la GDCH eres y serás siempre un Hombre valiente a quien rendimos nuestro Homenaje, agradecimiento y recordaremos eternamente.

Ahora me queda averiguar qué pasó con tu sepulcro, que luego de años, ya nunca te pudimos encontrar, y eso que por ley, esos lugares están declarados monumentos históricos.

Padre, jamás te olvidaremos!!!

Guillermo Portillo

17 de Septiembre de 2017

Desde Orán, Salta. Argentina

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