La gratitud quizá sea una de las virtudes más elevadas, pero que muchos individuos le rehúyen a sentirla y expresarla cuando han obtenido su objetivo, sea material o espiritual. Con la inclusión y la igualdad, las mayorÃas de paÃs han obtenido un bien postergado por generaciones y por gobiernos que sólo preservaban sus reductos, sin comprender que el deber principal y mandatario de un buen gobernante es proteger en sus derechos y equipararlos de la mayorÃa desplazada y desposeÃda de derechos, que era el caso antes de la inclusión y la igualdad plena entre ciudadanos.
La cultura de una sociedad democrática siempre estará marcada por la diversidad de doctrinas polÃticas, religiosas, morales y filosóficas, a veces opuestas y hasta irreconciliables, doctrinas que son perfectamente razonables, que conducirán al individuo componente de un núcleo poblacional hacia la capacidad de la razón humana para entender los fundamentos de la tolerancia, entendida en su acción general, que nos ilustra preceptuando que es aceptar los pensamientos, doctrina y creencias del otro, aunque no estemos de acuerdo.
Los movimientos sociales han adquirido, en este último tiempo, gracias a la inclusión y a la igualdad, postergada desde la fundación de la República, una importancia trascendental, pues son los exponentes de la mayorÃa del paÃs, siendo su unidad de acción consensual definitoria para el progreso sostenible de Bolivia, entonces, existe en el Estado Plurinacional un pluralismo razonable como consecuencia inevitable y feliz de la inclusión, la igualdad y la libertad. De lo precitado surge la atronadora pregunta ¿Cómo es posible que ante ese panorama ideal de disfrute de derechos, en una sociedad justa y estable de ciudadanos iguales y libres, surjan divisiones y pugnas inentendibles, que desestructuran esta riqueza sociológica? y peor, que algunos de esos movimientos sociales escatimen su apoyo al Estado que les confirió libertad, derechos, inclusión e igualdad.
Cada persona o grupo social tiene igual derecho a exigir un esquema de derechos y libertades básicos e igualitarios, apropiado a la realidad del paÃs, empero, debe ser compatible con el mismo esquema para todos, y sólo en este esquema, las libertades polÃticas iguales, tienen que ser garantizadas en su justo valor.
(*) Es abogado posgrados en Interculturalidad y Educación Superior, Conciliación y Arbitraje, doctor honoris causa, docente universitario, escritor
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