Necesito paz interior ¿Lo has dicho o pensado alguna vez? El ritmo de vida de alta velocidad que llevamos en el mundo actual así como la menor calidad de los momentos que vivimos, luchando por todo por insignificante que eso sea, posiblemente te haya hecho replantearte muchas cosas.
Y seguramente esas palabras solicitando ayuda habrán quedado simplemente en una mera frase pronunciada o pensada en un determinado momento. Pero convirtiéndose en un hecho repetitivo en el tiempo de forma angustiosa, logrando entrar en un bucle emocional de ansiedad y desesperación que logra minar nuestra alegría, optimismo y vitalidad. El sosiego interior brilla por su ausencia.
La mayoría de la gente simplemente no se siente con sensación de paz, de tranquilidad, de serenidad, durante todo el día. Sin embargo, hay un instante en el que es necesario decir "¡basta ya!" "¡Hasta aquí hemos llegado!". Hay que acabar con las preocupaciones innecesarias y la velocidad desenfrenada de nuestra vida. Hay que reencontrar la paz interior.
Podemos decir sin riesgo a equivocarnos que la paz interior es una sensación de bienestar o felicidad, que nos llena de una profunda tranquilidad. Es un estado en el que la mente se aísla y deja fuera miedos, preocupaciones, sufrimiento.
Cualquier sensación, pensamiento y emoción negativa que nos pudiera perturbar queda fuera de la burbuja de calma que obtenemos con este estado.
Entablamos una conexión especial o superior con nosotros mismos, y con el maravilloso Universo que nos rodea, percibiendo y disfrutando de detalles y matices que antes no nos habíamos dado cuenta. Decir paz interior es decir paz espiritual, es sentir que la conexión mente espíritu es total.
La paz mental significa dejar de luchar por el tiempo en el que somos capaces de permanecer en ella, apartando de un plumazo todos los problemas y contratiempos de nuestra rutina diaria.
Tanto si creemos que podemos alcanzar la paz interior como si creemos que no lo conseguiremos, en ambos pensamientos tenemos razón. Sólo depende de nosotros elegir uno u otro. En el primero tendremos que trabajar con determinación para alcanzar nuestra paz espiritual, el segundo no nos costará mucho decidirlo pero nuestra calidad de vida descenderá muchos enteros.
Quizás te pase por la cabeza que encontrar la calma espiritual es imposible. Encontrar la serenidad en el mundo atronador en el que nos movemos es una tarea a veces más complicada de lo que debería ser. Cualquier situación adversa se ve magnificada por el frenesí, la velocidad que respiramos en la civilización actual.
Sin embargo, eso no implica que sea imposible alcanzar la paz interior. Tenemos que esforzarnos en conseguir filtrar todo lo que proviene de nuestro exterior. Y para ello es necesario conseguir manejar nuestra propia nave vital. Una vez que tomamos las riendas de nuestra vida, podemos llevar a la realidad alcanzar la paz interior.
Podemos decir que la paz espiritual se alcanza poco a poco, sorbito a sorbito y a lo largo del camino por el que transitamos. Se trata de una decisión personal e intransferible, en la que tenemos que modificar muchos hábitos y crear otros comportamientos que nos den esa tranquilidad vital.
Depende de cada personal llegar a ese estado en un momento u otro, no hay una ciencia exacta. Unos necesitarán toda una vida y otros por genética del alma proclive a esa calma emocional, llegarán a ese estado con extremada facilidad.
La paz personal engendra energía. Nuestro incremento eficaz de energía física y espiritual es consecuencia de nuestro descubrimiento de la paz interior. ?ste es un paso de gigante hacia la paz interior al nivel espiritual más elevado.
Es importante tomar en cuenta algunos aspectos de la vida cotidiana para hallar la calma: aquietar la mente, para ello que mejor realizar ejercicios para una mejor forma de encarar el día a día de una forma más pausada mentalmente.
Tienes que programar tu vida dejando un espacio para recobrar la serenidad y que mejor forma que hacerlo que a través de la meditación. Si no sabes cómo hacerlo, no tendrás excusa tras la lectura te nuestra sencilla guía de meditación.
Hoy en día es complicado conversar con uno mismo. Adentrarnos en la belleza de nuestro Universo personal requiere de un sosiego interior en el cual tenemos que acostumbrarnos a convivir con nuestra propia soledad.
Quizás el silencio es el poder más grande que existe. Porque todo lo que existe son aspectos parciales del silencio.
La manera de disfrutar de unos instantes de nuestra preciada vida depende de nosotros. En realidad, siempre hay algo por lo que hay que dar las gracias. Agradecer es el mejor bálsamo para alcanzar la felicidad, para equilibrar nuestra paz interior.
Fuente: ununiversomejor.com
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