Miercoles 27 de septiembre de 2017
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Editorial y opiniones
ECONOMÍA DE PALABRAS
El pacto fiscal de facto
27 sep 2017
Humberto Vacaflor Ganam
Las autonomías están todavía verdes, en espera de que el gobierno central acepte compartir con las regiones los recursos que, por ahora, sigue manejando de manera exclusiva y egoísta.
Cinco ciclos de largas sesiones de negociaciones se han agotado sin que haya ni siquiera la esperanza de que el gobierno quiera abrir su billetera mediante la suscripción de un pacto fiscal.
Sin ese acuerdo todo sigue exactamente igual a los tiempos en que las autonomías eran una ambición de algunas regiones, que miraban con angustia cómo el poder central decidía cómo usar los recursos del país sin consultar con nadie.
Las autonomías inspiraron la pelea de las regiones, contar con recursos y administrarlos con criterios propios. Hasta que se logró incluirla en la constitución. Desde entonces, Bolivia es un país con autonomías regionales pero sólo en la teoría, porque en la práctica el gobierno central dispone de todos los recursos.
Por eso es que el Presidente Evo Morales tiene que estar inaugurándolo todo, desde guarderías infantiles en Pando hasta plantas industriales, incluso aquellas que todavía no funcionan, como es el caso de Bulo Bulo.