Martes 26 de septiembre de 2017
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Sentimos de veras la tragedia que viven los hermanos de varios paÃses debido a las consecuencias causadas por fenómenos naturales, destructivos e imposible de controlarlos y evitarlos. La naturaleza se ensaña con ciertos sitios del planeta y se cumplen lamentablemente desastres que, menos mal, en algunos casos dan tiempo para tomar previsiones y disminuir los saldos altamente negativos de los otros que se producen intempestivamente.
Estamos frente a un periodo de tragedias en el mundo, huracanes que castigaron con mucha fuerza paÃses del Centro América, ciudades de Norteamérica, el caso doloroso de repetición de terremotos en México y una suma de vÃctimas fatales, más otros números triplicados de heridos y desaparecidos, configuran realmente un tiempo aciago en una parte de este mundo complicado además con otra serie de amenazas, estas últimas generadas por gobernantes que sobrepasan los lÃmites de la tolerancia, la comprensión y el respeto por los derechos humanos, cuando ponen en riesgo la humanidad, con amenazas beligerantes, incluyendo pruebas nucleares o comprometedores ejercicios militares, esperando tan solo presionar un botón para desatar la tragedia.
Fuente: LA PATRIA
