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Viernes 15 de septiembre de 2017

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Perspectiva Minera

ENFOQUE

Valor agregado en las materias primas

15 sep 2017

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Este parece constituir el principal elemento para asegurar el resultado satisfactorio de industrializar nuestras materias primas, añadiéndoles "valor agregado", que en el caso de la minería implica una sustancial mejoría en su precio de exportación, considerando que se cobra de manera general, por el metal procesado, recuperando aparte el precio de todos los elementos que formaban parte de los concentrados netos que se vendían, facilitando a los compradores percibir ganancias extraordinarias por el tratamiento extra, que en adelante deberá efectuarse en nuestras fundiciones para beneficio de la minería nacional y el país.

El sistema basado en la extracción y exportación de nuestra materias primas para nutrir nuestro Tesoro Nacional, es parte de un proceso que se origina en la fundación de la República y que persiste hasta el presente, con alguna variante en cierto periodo de nuestra economía cuando los hidrocarburos y el gas, suplen a la minería y se convierten en elemento principal de nuestras exportaciones, aunque tengamos que señalar, específicamente como materias primas, sin procesos industriales de ninguna clase.

En tiempo pasado, fuera de alimentar de manera directa las arcas del Estado, las divisas generadas por la minería sirvieron para distribuir recursos de forma directa a varios distritos, especialmente los que entonces se encontraban atrasados y necesitaban de una inyección financiera para comenzar sus proyectos, especialmente los de integración caminera, lo que permitió unir el occidente del país con un oriente pujante y decidido a posesionarse en el esquema de la nacionalidad, con todos sus derechos y por supuesto necesidades.

Sí cambiaron algunas cosas, por ejemplo, el crecimiento del Oriente, gracias a la contribución directa de la minería, lo que no cambió es el sistema vigente, dependiente de la explotación de nuestras materias primas y en ese principio de los minerales, aunque años más adelante con un viraje obligado a la extracción de hidrocarburos y el cumplimiento de convenios de exportación de gas. El cambio que se presentó desde entonces es que nuestra dependencia está ligada a los elementos fundamentales, minerales e hidrocarburos, materias primas que menos mal, todavía tenemos en estratégicas reservas.

Frente a esa realidad, es que se imponen políticas muy definidas para establecer la prioridad de inversiones por parte del Estado, pero tratándose de nuestras materias primas, se hace necesario un programa global, para acercarnos con mayor criterio al rubro que en un momento dado, merece más recursos para constituirse en soporte de la economía, en el presente, pero además en el futuro.

Nuestra matriz productiva sigue siendo sostenida por las materias primas que actualmente están en explotación, una con mayor intensidad como la del petróleo y otra que alternativamente tendrá que recuperar su valor productivo y proveedor de las divisas que el país requiere para consolidar otros proyectos igualmente imprescindibles, en materia minera y que paulatinamente pasarán a consolidarse como elementos de la industria básica nacional.

La idea es desarrollar la industria minera, para que nuestros concentrados se conviertan en metales con valor agregado y con mayores ventajas para su exportación. No es difícil, pero hay que hacerlo, sin más discursos y con absoluta decisión y voluntad política.

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