Hay que partir de un elemento especÃficamente de beneficio para los estudiantes, si estos no quieren "perder tiempo", por asà decirlo en el proceso de la culminación de estudios secundarios y el paso a la instrucción universitaria, un periodo que en otros tiempos significaba propiamente un año de espera para emprender cualquier carrera profesional.
Hasta hace años, cumpliendo ese proceso, el estudiante estaba habilitado para presentarse al cuartel y cumplir son su obligatorio servicio a la Patria, una gestión anual, en la que se entiende no podÃa avanzar en su preparación profesional, aspecto que en algunos casos y otros tiempos fue objeto de observaciones por los padres de familia, que lamentaban ese tiempo obligado, en el que lograban la instrucción militar, disciplina y civismo, pero con un año más en la futura preparación profesional.
En realidad esa es la ventaja para los estudiantes de secundaria, que dicho sea de paso, significa un gasto adicional para los padres de familia, puesto que indumentaria y algunos otros elementos deben ser costeados por los tutores, ya que que no están consignados en los presupuestos castrenses regulares, de ahà que en algunos casos, como lo han señalado algunos padres, el servicio premilitar, significa un gasto oneroso en función de ciertos presupuestos familiares restringidos y a veces con más de un hijo en la edad de formación militar.
Lo que sÃ, es discutible, es el requisito no contemplado en función a cierto porcentaje de calificación del postulante, situación que evidentemente crea un factor discriminador en la prestación de instrucción militar que está al margen del sistema educativo regular, por lo mismo es parte abreviada del servicio militar obligatorio, para el que el requisito importante es la edad sin ninguna condición de capacidad educativa previa. La premilitar debe seguir siendo un programa de beneficio general para la formación cÃvica de la juventud.
El cumplimiento de instrucción pre militar, es una fase realmente interesante para favorecer a los bachilleres en general, para no interrumpir sus inquietudes de estudio en la universidad, a la que llegan con un bagaje de preparación militar y un requisito imprescindible para los ciudadanos varones, el servicio militar cumplido, que por sus caracterÃsticas obligó a un gasto extraordinario, seguramente recuperable en función del tiempo de profesionalización.
Fuente: LA PATRIA
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