Jueves 14 de septiembre de 2017
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Cada dÃa es alarmante el crecimiento del Ãndice de desocupación al ser difÃcil encontrar una fuente estable de trabajo, porque el Estado concentra bajo su mando los centros laborales a fin de subordinar los derechos de las personas, como paso previo, para que puedan desempeñarse en calidad de dependientes de una organización ocupacional.
A ese factor se suma la poca o casi nada ayuda gubernamental para el surgimiento de nuevas empresas, incentivando, por el contrario, que las existentes cancelen sus operaciones a consecuencia de medidas restrictivas gubernamentales que anularon todo proceso expansionista.
Esa determinación provocó el acrecentamiento de la desocupación, al notarse que muchos trabajadores con tÃtulo profesional, empleados de oficinas y obreros, de repente, se ven en las calles con la dura necesidad de ocupar su tiempo en actividades mÃnimas que les permita cubrir el gasto cotidiano familiar.
El asunto no queda ahÃ, porque este conglomerado de mano de obra cesante, quedó fuera de los beneficios en materia de seguridad social y el derecho a jubilarse lo cual demuestra que pasan por una difÃcil situación.