Miercoles 13 de septiembre de 2017
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Las posiciones extremas protagonizadas al un铆sono por el gremialismo y otras organizaciones que en muchos casos tienen, adem谩s, el espaldarazo del masismo dan lugar a vivir divididos, casi comprometidos con un sufrir y soportar situaciones en que el odio, el revanchismo y la ausencia de gesti贸n del gobierno se conviertan en anarqu铆a que, parece, se busca que se haga una forma de vivir cada vez m谩s confrontados, cercados por las protestas, marchas, manifestaciones, dinamitazos, exigencias y bloqueos; al margen se producen asaltos, cr铆menes, robos, violaciones que dan lugar a un lamento: 隆C贸mo y cu谩nto duele el pa铆s!
La Paz, siempre v铆ctima de los extremos, parecer铆a que ya no vive sino s贸lo existe porque debe soportar extremos contrarios al bien com煤n, a todo lo que deber铆a ser constructivo mediante el trabajo, la concordia y la producci贸n. Como sede del gobierno soporta expresiones de quienes no concilian con la nobleza de sentimientos que hacen la unidad, la armon铆a y la concordia entre los miembros de una comunidad porque las autoridades de gobierno, desde las m谩s altas posiciones, en m谩s de once a帽os muestran complejos y odios, posiciones revanchistas, criterios en que por todo y de todo lo malo que ellas mismas hacen, culpan al pasado y no concilian con los que califican como derechistas, imperialistas, enemigos y busca, de todos modos, encontrar culpas donde no hay, tan s贸lo para condenarlos.
