El planteamiento es muy concreto cuando emerge de instituciones nacionales que están ligadas directamente al cuidado de la soberanÃa nacional, tal el caso de las Fuerzas Armadas de la Nación, cuyos ejecutivos de mando superior coinciden con representantes legislativos y con funcionarios de varios ministerios, para emplazar unidades castrenses en la zona fronteriza del paÃs.
Esa tarea de control fronterizo tendrá mayor efecto en ciertos sectores, luego de haberse acordado en comisiones mixtas de autoridades aduaneras policiales de Bolivia, Carabineros de Chile, además de representantes aduaneros de ambos paÃses, para ejercer mayor control en el tema del contrabando, toda vez que se reconoce el tránsito desmedido de contrabandistas desde jurisdicción chilena hacia la boliviana.
Para hacer más efectivo el control nacional, ya se construyen unidades militares en nuestro territorio y se establece que además los contingentes castrenses que sean destinados a esos nuevos cuarteles, tendrán otra misión, tan importante o mayor aún a la otra, es la de abrir las condiciones más propicias para encarar planes de desarrollo colectivo, priorizando temas de salud, educación y el fomento de actividades agrÃcolas y ganaderas.
Hay predisposición para encarar este proyecto y hasta se adelantó que se dispondrá de un presupuesto para emplazar por lo menos una veintena de unidades militares la base de futuros conglomerados sociales que aprovecharán la riqueza de la zona, como ya se inició un proyecto de desarrollo en la comunidad donde se ubica el manantial del Silala, cuyas aguas servirán para varios planes de uso alterno del importante elemento lÃquido.
El hecho es que los proyectos se cumplan cuanto antes. Que no suceda como el anuncio repetido de abrir zanjas en la frontera, el vecino ya lo hizo en silencio.
Fuente: LA PATRIA
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