Loading...
Invitado


Domingo 10 de septiembre de 2017

Portada Principal
Revista Dominical

Los últimos días de Soda Stereo

10 sep 2017

Por: Juan Morris

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

The New York Times.- Este es un fragmento adaptado de "Cerati. La biografía", de Juan Morris, publicado por editorial Sudamericana en 2015.

A mediados de 1995, las paredes de Buenos Aires amanecieron empapeladas con afiches que anunciaban un nuevo disco después de tres años de silencio:

EL 21 DE JUNIO NO SOLO COMIENZA EL INVIERNO?

EMPIEZA UN SUE?O?

SUE?O STEREO, EL NUEVO ÁLBUM DE SODA STEREO.

El disco salió en junio y fue presentado con un raid de nueve shows en el teatro Gran Rex de Buenos Aires durante septiembre, una aparición en el programa de televisión más visto del país y un show gratuito masivo en el que convocaron a más de 150.000 personas en la Plaza Moreno de la ciudad de La Plata. Después de eso, Soda viajó a Venezuela y a Colombia.

A fin de año, Cecilia Amenábar, la pareja de Gustavo Cerati, quedó otra vez embarazada y decidieron volver a instalarse en Santiago de Chile. Con la salida de Sueño Stereo volvían las giras; iba a ser más cómodo para Cecilia estar cerca de su hermana y de su madre cuando Gustavo estuviera de viaje. Se mudaron a una casa en el barrio Las Condes, en la misma cuadra que la madre de Cecilia. Era una casita inglesa con un jardín al fondo y un cuarto de herramientas en el que Gustavo armó un pequeño estudio casero.

Para él, instalarse en Santiago no suponía más que dos horas de avión desde Buenos Aires, pero al interior del grupo el viaje de vuelta a Chile fue una señal de que Gustavo no había vuelto del todo a Soda Stereo: seguía viviendo en otro país. El video de "Ella usó mi cabeza como un revólver" se rodó a comienzos de 1996 en Santiago y lo dirigió el publicista Stanley Gonczanski, uno de los compañeros de facultad de Gustavo y Zeta Bosio en la Universidad del Salvador. Gustavo no solo había vuelto a vivir a Chile sino que ponía cada vez más condiciones y todo el equipo tenía que viajar a filmar donde estaba.

Durante 1996, la gira siguió por Honduras, Panamá, Costa Rica, México, Guatemala y varias ciudades de Estados Unidos. En los ratos muertos de hotel ensayaron unas versiones casi lounge de varias canciones de su catálogo y el 12 de marzo grabaron un especial para MTV Unplugged en Miami, que salió editado bajo el título Confort y música para volar.

Era un disco que mostraba hasta dónde había llevado Soda Stereo su obsesión con el audio: en las versiones que grabaron, las canciones parecían flotar en el sonido. Y Gustavo parecía a miles de kilómetros de Zeta y de Charly Alberti.

Soda nunca había sonado tan bien y nunca había estado tan cerca de la desintegración. Para una versión ambiental y llena de efectos atmosféricos de "En la ciudad de la furia", invitaron a la cantante colombiana Andrea Echeverri, del grupo Aterciopelados, y más que un grupo, pareció un combinado de estrellas latinas: ya no había nada que los uniera.

En la segunda mitad del año, Soda Stereo inició una nueva gira para presentar el Unplugged y Gustavo lo empezó a vivir como una tortura. Después de la muerte del hijo de Zeta había intentado volver a entusiasmarse con el grupo tras las vacaciones que se había tomado en Chile y por un momento parecía que funcionaba, hasta habían compuesto un disco clásico en su regreso. Pero ya no le encontraba sentido. Que el tour no estuviera empujado por un disco con canciones nuevas mostraba el agotamiento creativo del grupo. Gustavo se aburría. Las cosas se estaban volviendo insostenibles. Para Zeta y Charly, Soda Stereo seguía siendo el corazón de sus vidas, pero para Gustavo, que era el cantante y el motor creativo, el grupo se había convertido en un peso que no entendía por qué tenía que cargar. Se había empezado a convertir en un líder insufrible. Zeta y Charly ya se referían a él como "el Quía" -sujeto o individuo en lunfardo argentino- y todos estaban atentos a ver con qué humor se había despertado ese día.

Hacia el final de esa gira, Gustavo terminó forzando la charla sobre la separación. Era una decisión compleja, que involucraba desarmar una estructura gigante y que iba a implicar un proceso, pero ya no quería esperar más. Todo el equipo que integraba Soda Stereo quería que las cosas siguieran y la ruptura definitiva dependía de algún movimiento de Gustavo que la volviera definitiva. Unos meses después, sucedió: una mañana de marzo de 1997, Zeta y Charly, se enteraron por las radios que la decisión se había concretado. Alguien había filtrado la noticia a los medios.

El 1 de mayo, el grupo anunció oficialmente su separación a través de un comunicado de prensa y Gustavo escribió una carta que salió publicada en el suplemento Sí! del diario Clarín.

Estas líneas surgen de lo que he percibido estos días en la calle, en los fans que se me acercan, en la gente que me rodea, y en mi propia experiencia personal. Comparto la tristeza que genera en muchos la noticia de nuestra separación. Yo mismo estoy sumergido en ese estado porque pocas cosas han sido tan importantes en mi vida como Soda Stereo. Cualquiera sabe que es imposible llevar una banda sin cierto nivel de conflicto. Es un frágil equilibrio en la pugna de ideas que muy pocos consiguen mantener por quince años, como nosotros orgullosamente hicimos. Pero, últimamente, diferentes desentendimientos personales y musicales comenzaron a comprometer ese equilibrio. Ahí mismo se generan excusas para no enfrentarnos, excusas finalmente para un futuro grupal en que ya no creíamos como lo hacíamos en el pasado. Cortar por lo sano es, valga la red, hacer valer nuestra salud mental por sobre todo y también el respeto hacia todos nuestros fans que nos siguieron por tanto tiempo. Un fuerte abrazo.

Aunque ese final terminó de romper las relaciones, Charly los convenció de hacer una última gira por Latinoamérica para que el grupo se despidiera del público y todo el equipo que trabajaba con ellos tuviera una indemnización. Tocaron en México, Venezuela, Chile y todo terminó el 20 de septiembre en el estadio de River, a diez cuadras del cuartito arriba de un garaje donde había empezado quince años antes.

(*) Autor de "Cerati. La biografía" y fue secretario de redacción de la edición argentina de Rolling Stone

Para tus amigos: