El periódico CrÃtica que fue aniquilado en las dictaduras, ahora constituida la Comisión de la Verdad, ponderó la primicia en la noticia, esta vez, en esta columna se relata una entrevista que realizó el TV de La Paz a su director Juan José Capriles, en condición de sobreviviente y estrecho colaborador del ex presidente Juan José Torres, quien reveló aspectos desconocidos de los acontecimientos, antes del cruento levantamiento militar del 21 de agosto de 1971, que tuvo la colaboración de partidos de tendencia derechista como el MNR y FSB.
El 19 de agosto de 1971, el Gerente de la Corporación Minera de Bolivia, Juan José Capriles, retornaba de una reunión de la CIE, de Nueva York, cuando fue abordado por un coronel de ejército del Perú, en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima; lo invitó a una reunión con el ministro de Gobierno del Perú, Richter Prado. El vehÃculo se dirigió al Palacio de Gobierno Pizarro y lo introdujo a la oficina del Presidente Juan Velasco Alvarado y al encuentro le dijo a Capriles bienvenido al Perú, actitud cordial seguida de la frase profética "ahora primero Juan José Torres, luego Salvador Allende y finalmente a Juan Velasco Alvarado, seremos derrocados por el contubernio de la derecha y grupos económicos internacionales, que se sienten afectados por las polÃticas progresistas de nuestros gobiernos".
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Surgió la revelación de un Cnl. Hugo Betle, ex agregado militar del Brasil en Bolivia, mantenido preso en un hotel en Lima, encontrándose en sus maletas una ingente cantidad de dólares americanos. Las autoridades de inteligencia del Perú, pensaron en un principio, dada su condición de militar, que pertenecÃa al grupo de militares que gobernaba Brasil y que esas divisas eran para preparar una revolución contra el general Juan Velasco Alvarado, para sorpresa declaró que la sociedad de industrias de Sao Paulo habÃa realizado una recolección de fondos para pagar a algunos militares de Bolivia, que todavÃa apoyaban al general Juan José Torres.
El ministro de Gobierno del Perú entregó el testimonio de todas las grabaciones y Juan José Capriles viajó a La Paz, y apenas llegado se dirigió directamente al Palacio de gobierno y en presencia de Jorge Gallardo, entregó al presidente Juan José Torres estos testimonios y le solicitó que tome previsiones ya que se revelaban los nombres de los destinatarios del precitado dinero. Lamentablemente se hizo caso omiso a la advertencia de Juan Velasco Alvarado y sobrevino el cruento golpe contando con la participación de regimientos presuntamente leales a Juan José Torres y la intervención directa de aviadores del Brasil y oficiales especializados en luchas urbanas.
Juan Velasco Alvarado le envió un mensaje a su colega presidente de Bolivia, en vista de la inminencia de su derrocamiento, ofreciéndole 70.000 metralletas Uzis y 3 millones de balas para la defensa de su gobierno. Ante esta fatal circunstancia Torres tenÃa una sola opción: armar a los mineros, ferroviarios y fabriles, y las armas estarÃan a su disposición para su recojo en Juliaca.
J.J. Torres se tomó un tiempo para meditar, no sin antes establecer una clave con los grupos leales que debÃa armar y esta era la pieza musical Aguilita Voladora. Torres, después de un análisis honesto y algunas consultas, determinó no aceptar las armas, pues según su concepto y formación militar esa decisión significarÃa poner en peligro la existencia de la Fuerzas Armadas de Bolivia, presunta situación a la que sucedió en 1952.
Toda esta dinámica de sucesos se aglomeraron el dÃa 20 de agosto de 1971 y al dÃa siguiente Torres accedió a asilarse en la embajada del Perú, contando al final, sólo con la lealtad del regimiento escolta Colorados de Bolivia.
(*) Abogado - Escritor