Una vez más se estaría por cometer un atentado a la democracia, vulnerando el derecho ciudadano de participar en una elección y expresar su decisión haciendo uso de alternativas reconocidas claramente, como el derecho a votar Sí o No, pero también por ninguno, con un voto blanco que debe ser convalidado, pues de no ser así, se estaría coartando la libertad ciudadana de elegir o no a un candidato.
Sólo hay que retroceder en el tiempo, que no es mucho, pues hay que recordar que en las elecciones de magistrados del 2011, en el recuento de los votos, ganaron los blancos y nulos, en el caso del Tribunal Agroambiental el voto nulo sumó 42 por ciento y el blanco 15 %; en el Tribunal Constitucional 44 por ciento fue nulo y 13 por ciento blanco en tanto que para el Consejo de la Magistratura el electorado votó 42 por ciento nulo y 15 por ciento blanco. El mensaje fue muy claro, en el hecho real más del 50 por ciento del electorado rechazó a los candidatos que obtuvieron votaciones fluctuantes entre el 5 y 15 por ciento, realmente una vergonzosa elección, que no tuvo respaldo ciudadano.
La consecuencia de apropiar ese resultado catastrófico a una elección tan delicada de Magistrados del Poder Judicial, nos dejó un grave problema por varios años que todavía se mantiene, a la expectativa de una elección de renovación de autoridades "supremas", que ojalá en el proceso que viene tengan un real y evidente respaldo ciudadano, de no ser así, y si prevale el rechazo del electorado a través del voto blanco, lo prudente será "entender al soberano" y no forzar un reconocimiento político y no democrático, para tener nuevas autoridades judiciales
Frente a ese calamitoso resultado se arguyeron diversos factores como la falta de adecuada información, además de una "oleada" de intrigas politiqueras, que finalmente no fueron causa de la bajísima votación que simplemente fue expresión mayoritaria ciudadana, que pese a su valor democrático no se tomó en cuenta, con respeto al criterio ciudadano.
Al presente y pese a una serie de reclamos, insinuaciones, observaciones, justificaciones y sugerencias de representantes políticos, institucionales, profesionales, empresariales, laborales e incluso vecinales la autoridad nacional electoral se empecina en mantener el sistema de elección de magistrados, contando sólo los llamados votos válidos o más claro los del SÍ, porque no tiene sentido preguntar por el No que si fuera mayoría liquidaría a ciertos postulantes.
Pero lo que el elector espera y con todo derecho es que en las papeletas se incluya la casilla en blanco, o quizá como lo sugirió un abogado constitucionalista una caseta identificada como "ninguno", con lo que el ciudadano estaría en condición de emitir su verdadera decisión, voluntad y sentimiento, con la seguridad que tal expresión será convalidada para el recuento final.
Hay que insistir en que se entienda que el voto es un derecho político ciudadano que permite la participación directa del electorado para que responsablemente actúe en la conformación de un gobierno, de los poderes del mismo o en la solución de controversiales conflictos internos, en todos los casos el voto blanco será un alternativa de conciencia y responsabilidad electoral.
Es prudente que en el tiempo que queda se extremen los recursos legales, para llegar a la meta electoral de diciembre con opciones muy claras de ejercer derechos democráticos, sin repetir el error de la elección judicial del 2011.
Fuente: LA PATRIA
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