Martes 01 de junio de 2010
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Editorial y opiniones
Lecturas para la reflexión
El cielo y las cosas de la tierra
01 jun 2010
Fuente: LA PATRIA
Naturalmente que hay diferencia. Y, sin embargo, una y otra vez persistimos en mezclar las preocupaciones humanas con los asuntos celestiales: No están por demás las exhortaciones a la paz y la justicia, pero enredarse en los argumentos humanos en pos de esos valores es claramente desviarse de la enseñanza que nos dejó Jesús cuando los seguidores del gobierno de turno, encabezado por Herodes, pretendieron sorprenderlo:
-“¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?”
La respuesta divina sigue siendo la enseñanza central para nuestro desempeño temporal: “Tráiganme un denario, que lo vea. Se lo trajeron. Y él les preguntó: ¿De quién es esta cara y esta inscripción? Le contestaron: Del César. Les replicó: Lo que es del César páguenselo al César, y lo que es de Dios, a Dios. Se quedaron admirados”.
Pedro nos dejó un listado de cuáles deberían ser nuestras preocupaciones principales:
-“Esperen y apresuren la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos.
-“Nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, procuren que Dios los encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables.
Fuente: LA PATRIA