Medida bien craneada que duele

El alza en el precio del gas industrial, que está en pleno vigor sorprendió a la población en general, pero en el análisis de situación, su efecto fue medido en el sector productivo nacional por las repercusiones que implica responder a una elevación del 48 por ciento en cuestión de cubrir el costo del principal insumo para el funcionamiento de una mayoría de las industrias más pesadas.

El hecho en criterio del Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Gary Medrano, se trata de "una medida bien craneada, que por supuesto les va a doler", la referencia es directa a los empresarios industriales y fue expresada en una entrevista con un matutino de circulación nacional, en la que además reveló algunos otros detalles de lo que significa el reajuste en el precio del gas industrial.

De hecho, el asunto ya fue descrito en esa dirección en nuestro anterior comentario sobre el tema, pues ni duda cabe que la única alternativa para compensar la diferencia en un mayor gasto en combustible, pasará de todos modos al precio del producto y eso implica una erogación adicional para el comprador, un detalle que parece insignificante y sin embargo es parte del primer círculo de una espiral inflacionaria.

A quiénes se refirió la autoridad de la ANH, al señalar que la medida "les va a doler", no fue precisamente a los compradores, tampoco a quienes serán parte de los gastos adicionales que se presenten para cubrir la diferencia en precios de productos y servicios que dependen directa o indirectamente del precio del gas industrial como parte principal de los costos operativos de muchas empresas.

Por lo visto, la medida ya causó dolores y conste que sólo son los primeros, porque recién se pone en marcha el fenómeno de reajustes de precios y su aplicación paulatina en una gran cadena productiva. La medida va a doler, pero especialmente a la población, aunque haya sido "bien craneada" para que duela a cierta cantidad de medianos y grandes empresarios, los que sin duda más que dolor sintieron molestia por una disposición, que según revelaron, no fue consensuada con los interesados, como ya sucedió con otras medidas, llámese doble aguinaldo o impuestos extra rígidos, que después de una circulación en las empresas, obliga a sacrificar planes de expansión, llegando al sentido contrario de contraer programas, reducir personal, cerrar parcial o totalmente factorías, lo que coincide con el criterio ejecutivo de que la medida les va a doler, pero en realidad el efecto es sentido en la masa ciudadana obligada a gastar para cubrir toda clase de compromisos familiares.

Es natural que se busquen alternativas para mejorar las condiciones financieras de empresas como la ANH, que siendo responsable de la distribución de energéticos, tiene la responsabilidad de mantener o mejorar los índices de ingresos, pero tomando en cuenta en la "craneada", que el efecto de la medida no recaiga en el consumidor final, que es el pueblo dolorosamente sacrificado.

Será importante que en el futuro, cualquier medida parecida a un "gas - olinazo", sea pensada en función de la comunidad y no sólo en un sector particularizado.

Fuente: LA PATRIA