En Bolivia hay, a no dudarlo, un contexto económico desfavorable certificado por expertos: ejemplo concreto el Producto Interno Bruto (PIB) 3,34%, es el de más bajo crecimiento desde 2011.
Sumar a ese elemento una estrepitosa caÃda de demanda de gas del mercado brasileño (enero 2017 exportación menos de 15 millones de metros cúbicos dÃa (mmm3d); en febrero 16mmm3d; abril 30 mmm3d mayo y junio 15 mmm3d, de los 30 mmm3d que contractualmente se debe enviar a ese paÃs. La economÃa boliviana se mueve en gran parte de los negocios de venta de gas a dos únicos mercados: Brasil y Argentina.
La desaceleración, se nota. Desde el Estado se agregaron algunas medidas anti-iniciativa privada: subida de electricidad y ahora incremento de gas industrial que indudablemente sà va a afectar utilidad de empresas porque esos costos adicionales trasladarán al usuario final de productos/servicios. En otras palabras: a nuestros bolsillos.
Algunos indican que el gas está "subvencionado", bueno sobre el particular: como no hay polÃticas de estado en energÃa es obvio que se sigue privilegiando la venta de materia prima, sin industrializar o empujar inversiones en generación de valor agregado (electricidad, por ejemplo) pero no existe la figura de subvención dado que el precio del millar de pie cúbico de gas natural que la estatal petrolera vende a los industriales privados no está por debajo de su costo de producción.
Con el ajuste, el nuevo precio del millar de pie cúbico de gas natural para la industria, pasa a estar en aproximadamente $us 2,56, mientras que el valor de las exportaciones a Brasil y Argentina es de alrededor de $us 4. De manera que no hay subvención.
Además de no haber ley de hidrocarburos ni de electricidad, entre otros aspectos de abandono del sector: no se cumple ley de certificación de reservas de gas desde 2013. El mismo Brasil se cansa de pedir certificación de reservas para ver la potencialidad de cumplimiento boliviano de ese mercado.
En medio de esa vorágine de información, de hechos incontrastables surge otra constatación que las Empresas públicas no han funcionado adecuadamente, de manera que contribuyeron al despilfarro de ingresos del gas. Es un hecho que el estado es mal gerente, crearon empresas a dos manos y con "megaproyectos" que no fueron adecuadamente estudiados, se despilfarro bastante dinero del gas en empresas sin rentabilidad, de alto costo, con invitaciones directas en su mayorÃa, con serias consecuencias a la transparencia.
Ejemplo: planta de urea y amoniaco en el Chapare, lejÃsimos de mercados importantes. No es rentable. Es un proyecto polÃtico de muy cuestionado impacto real en la economÃa boliviana.
La misma gestión pública está con problemas: muchas pegas poca productividad.
Bueno. Toca frenar la crisis sin atacar al aparato productivo generador de ingresos y empleos. Tanto a ciudadanos cuanto a empresarios y a todos los formales se nos sube la electricidad, el gas, se carga el doble aguinaldo, persecución tributaria, etc. Que se persiga al crimen organizado, al contrabando, la informalidad, el mercado negro, a quienes no pagan impuestos.
Tengamos muy presente que los altos precios de $us 100/barril no van a retornar muy pronto, significa que se debe vivir en una banda de precios de 50-60 $us/barril que naturalmente construye el presupuesto del estado y tira "para abajo" cualquier proyecto nacional -o personal- de crecer a mejor ritmo, salvo que ocurra un "milagro" en el mercado global de los commodities que dispare precios arriba, pero como va positivamente la extracción de gas/petróleo vÃa fracking es complicado pensar en una suba de precios/barril de momento.
Populismo es destrucción de la economÃa, ya los estudiosos del liberalismo se cansaron en decirlo desde hace más de cien años atrás.
(*) @BorisSGomezU
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