Desaceleración económica

Cuando se aborda el tema de la situación económica del país, surgen hasta tres posiciones, por supuesto no coincidentes reflejando las condiciones en que se admite el proceso. Por un lado la de orden oficial que marca una línea acomodada al interés gubernamental, mostrando condiciones favorables. La segunda emerge del sector empresarial y productivo del país, con una latente preocupación sobre el comportamiento financiero nacional y la tercera opinión se debate entre grandes dudas que tiene el "soberano".

En ese orden de consideraciones, hay que tomar en cuenta la versión oficial sobre el estado de la economía nacional, cuando el Gobierno descarta cualquier proceso de desaceleración de las finanzas y señala que al primer trimestre del presente año el Producto Interno Bruto (PIB) creció en 3,34 por ciento, impulsado por la demanda interna, el sector agropecuario y el ramo de la construcción, el hecho según el ministro de Economía descarta que el país esté en etapa de desaceleración.

Las cifras de contraste en la materia, señalan que en el periodo de los tres primeros meses del año en curso, la producción de hidrocarburos la que genera mayores ingresos en el país sufrió un decrecimiento del 14,1%, debido a que Brasil nos compró menos volúmenes de gas natural, la minería bajó 1,6 % y la industria cayó en 1,1%. En criterio de ejecutivos de la Cámara Nacional de Industrias, con los datos conocidos se confirma "una fase de desaceleración que habían previsto hace más de un año atrás".

Como se plantean las cosas, los indicadores del primer trimestre son claros, cuando señalan que el crecimiento de la economía fue sólo del 3,34 por ciento, pero en criterio de autoridades de gobierno hasta el final del año, ese porcentaje se elevará por encima del 4 por ciento, aunque no hay autoridad que se anime a garantizar cuál será ese indicador de crecimiento del PIB, que indudablemente seguirá siendo el mayor entre los países de la región.

La expectativa gubernamental proyecta que la economía del país crecerá en 4,7 por ciento hasta fin de año, el ministro del ramo estima que se cumplirán las metas previstas, tomando en cuenta una recuperación de las exportaciones de gas al Brasil y otras alternativas de exportación a la Argentina y Paraguay, no se descarta que también la minería y la industria pesada incrementen sus ingresos.

El sector empresarial es menos optimista y si bien consideran que el PIB crecerá algunos puntos, no se llegará a las previsiones oficiales considerando varios aspectos que son parte del propio sistema económico nacional, con una diferencia en el manejo cambiario que aplican países vecinos y que nos colocan en desventaja, además de ciertas condiciones de orden normativo que deberían aplicarse para crear incentivos en el crecimiento del aparato productivo nacional.

Ante las opciones planteadas, el tercer elemento del caso es la sociedad civil que al margen de las cifras siente un real proceso inflacionario, que necesariamente desacelera la economía en general, por lo que sugiere medidas de control en defensa de los presupuestos familiares.

Fuente: LA PATRIA