Como para no creer, pero el flujo migratorio entre ciudadanos chinos y bolivianos se registra por miles, según los datos del Instituto Nacional de EstadÃstica (INE) como los que emite la Cámara Empresarial Boliviana - China, dando cuenta del inusitado movimiento que se produce con la presencia de estos ciudadanos en los dos paÃses.
El dato confirmado recientemente en el INE, señala que entre el 2012 y el año 2016, la presencia de chinos se sextuplicó por diversos factores. En el año en que comienza un movimiento chino en el paÃs, se registraron legalmente en las oficinas de migración 2.310 súbditos, en tanto que al cierre de la pasada gestión el número de esos visitantes sumó 12.861, una multiplicación de 5,6 veces más que representa un 450 por ciento. Los datos del primer semestre del año en curso se incrementaron con el arribo de 8.026 chinos que están en el paÃs.
¿Dónde están ubicados tantos visitantes chinos? Tampoco hay un detalle exacto sobre su ubicación, aunque se estima que están distribuidos en función al trabajo asignado en los contratos. Varios son parte de la construcción de algunas carreteras, otros deben estar en el salar de Uyuni en el proyecto del litio, algunos están en proyectos mineros, con seguridad que un nutrido grupo se trasladará o ya está en la zona del Mutún. No faltan los empresarios privados como dueños de varias chifas en el paÃs y algunos en empresas comercializadoras de minerales.
El caso es que, varios de estos ciudadanos asiáticos que trabajan en nuestro paÃs y lo hacen en función de ejecutivos, desconocen la legislación laboral boliviana y obligan al personal nacional a trabajar "como chinos" con sobrecarga de horas y con trato poco amigable, como denunciaron varios afectados, los problemas serán resueltos en la medida que cumplan las leyes laborales vigentes.
En cuanto al otro flujo migratorio, más bien temporal y de ocasión es el que practican comerciantes bolivianos, que primero compraban mercaderÃa china, hasta que se les ocurrió a varios, formas grupos asociados para viajar hasta algunas ciudades chinas y comprar allà directamente la mercaderÃa para enviarla de manera legal a nuestro paÃs, saturando de ese modo los mercados nacionales con una variedad increÃble de productos, desde los electrónicos, lÃnea blanca, televisores y una enorme gama de celulares, variando con ropa de todo tipo, enseres, utensilios de diversos ramos y una enormidad de mercaderÃa con el sello ya familiar de "hecho en China". En este caso el negocio es absolutamente legal.
Los datos del flujo comercial señalan que hay una gran atracción del gigante asiático a los comerciantes bolivianos a los que inclusive se los asesora en trámites de exportación, flujo de capitales, temporadas de comercio y hasta en el conocimiento del idioma. En esas condiciones el año 2015, más de 500 bolivianos viajaron a China, el año siguiente 2016, aumentaron a más de mil comerciantes, mientras que un registro del primer semestre de este año refiere que ya viajaron a la China más de 600 bolivianos cifra que se incrementará hacia fines de año.
Un interesante flujo migratorio que tiene sus ventajas y desventajas en función al cumplimiento de objetivos de unos y de otros, pero lo que se debe establecer es cuánto gana o pierde el paÃs como tal, pues se trata de un hecho inusual y algo anormal, que merece aclaración legal.
Fuente: LA PATRIA
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