Policía y sus debilidades

En el contexto social en el que se desarrollan múltiples actividades, la mayoría públicas, pero también privadas y cuando las mismas pasan ciertos límites de prudencia se generan problemas que de uno u otro modo llegan a instancias de la entidad policial, guardiana del orden y la seguridad ciudadana.

Otra visión de hechos muestra un peligroso crecimiento delincuencial en unas ciudades más que en otras y la Policía tiene que enfrentar cada vez más restricciones a una oleada de malhechores, en algunos casos bien pertrechados, incluso luciendo mejor armamento que la entidad del orden, sofisticados sistemas de comunicación y el uso de modernos vehículos algunos robados, que facilitan las fechorías en contra de personas, familias o entidades privadas, exigiéndose por natural necesidad la presencia de efectivos policiales.

Con las limitaciones existentes, como la falta del número adecuado de efectivos policiales, una cantidad reducida de vehículos, equipos de comunicación insuficientes, así como limitada dotación de armamento y elementos de seguridad personal, como chalecos antibalas, escudos y cascos protectores, hay que entender que las tareas "forzadas" de ese elemento humano de seguridad será más bien inseguro e ineficiente, pero si la cosa falla� "la Policía es culpable".

En muchos casos algunas reacciones populares, por así decirlo, satanizan a la entidad y sus miembros policiales, plantean que efectivos militares salgan a las calles y apoyen a los guardianes del orden. En realidad puede darse ese caso en situaciones de extrema necesidad, pero lo evidente es que los efectivos militares tienen otras obligaciones que deberían cumplirlas al pie de la letra, pero no sucede así porque tampoco están dadas ciertas condiciones, como por ejemplo que las FF.AA. cuiden las fronteras, pues de ese organismo depende la defensa de la soberanía nacional, tarea que se cumple desde cuarteles en las ciudades y en algunas poblaciones rurales, muy pocas, pero con ausencia militar fronteriza.

Diferencias entre las dos fuerzas hay muchas, incluso en el régimen salarial que el Estado asigna a las entidades "tutelares", como se las denomina, pero que en el cumplimiento de los deberes tienen también muy contradictorias posiciones, por ejemplo, cuando se menciona la "seguridad ciudadana", que de manera global involucra a las dos fuerzas, pero sólo una juega su parte en las calles y de manera cotidiana. Con esto no se desconoce la acción militar, pero la misma será valorada en la medida que sus elementos se extiendan a lo largo y ancho del país para cuidar nuestro territorio patrio, apoyando además al desarrollo de muchas comunidades rurales que necesitan ayuda castrense para cumplir sus metas.

No se puede negar que hay de por medio hechos ilegales, algunos marcados por la corrupción y en ambos organismos de seguridad, como también es evidente que hay ausencia de programas que se extiendan a las bases de los efectivos policiales y militares, preparándolos en cada caso para mejorar sus condiciones de servicio, seguridad ciudadana y seguridad nacional.

Faltan programas de adecuación logística para cada caso, incluyendo una estrategia de equidad en beneficios y responsabilidades.

Fuente: LA PATRIA