Más árboles por favor

Oruro se encuentra en el altiplano central, por lo que es una planicie árida y de clima frío, y pese a que la ciudad en parte se encuentra abrigada por cerros y cuenta con una provisión de agua dulce de alta calidad, los habitantes de los primeros años de la república tuvieron dificultades en hacer crecer en ella árboles, pero gracias a su perseverancia lo consiguieron e hicieron de éste un lugar mejor con la presencia de vegetación.

En algunos domicilios inclusive se llegó a plantar árboles frutales que dieron frutos, una hazaña realmente interesante. Se nota que antaño los orureños tenían mucho interés en plantar árboles y convertir esta árida tierra en un edén, sin embargo, la mentalidad de las personas ha cambiado con los años, no de todos, pero sí de las autoridades que prefieren selvas de cemento y pasto sintético que verdaderos jardines con plantas y árboles que otorgan oxígeno y mejor calidad de vida.

Otro ejemplo lo vemos en el actual Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, con el alcalde Edgar Bazán a la cabeza, quien mandó a poner pasto sintético en las jardineras de la avenida 24 de Junio, con el argumento de que allí no hay agua y que sería difícil el mantenimiento de esos espacios.

Pero no contento con eso, vio por conveniente mandar a construir el llamado paso a desnivel en la avenida del Ejército, una obra muy cuestionada por los vecinos de la zona, porque significó la tala de los árboles y la desaparición de la jardinera central que adornaba la amplia calle.

Otra obra que llamó la atención de los vecinos, esta vez de la zona Norte de la ciudad, fue la remodelación de la plazuela Sebastián Pagador, pues para su "revitalización", si bien se hizo un excelente trabajo con luces de colores y fuentes de aguas danzantes, se tuvo que talar 13 árboles.

Como compensación, se plantaron arbolitos en la zona de Chusaqueri, Sur de la urbe, que una vez prendidos serían trasladados a otras zonas de la ciudad, pero los plantines fueron abandonados a su suerte, y sólo un escaso porcentaje logró prender.

Asimismo, vimos en otros artículos que existen en Oruro más automóviles que árboles y la sequía que soportaron los lagos Poopó y Uru Uru, en parte son a causa de la falta de esos seres del mundo vegetal, pues en cualquier rincón del orbe se sabe que los árboles son los pulmones de la Tierra.

Por lo tanto, desde esta columna se pide con vehemencia a las autoridades ¡más árboles por favor!

Fuente: LA PATRIA