Jueves 17 de agosto de 2017
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La justicia significa equidad, imparcialidad y rectitud, pero lamentablemente estas virtudes están ausentes en la justicia boliviana, pese a reformas y contrarreformas llamadas modernizaciones judiciales (leyes para defender al pueblo). En la práctica sigue dependiendo de las influencias económicas y polÃticas. Por estos males la justicia no es para los pobres, ya que para pedir justicia "primero se necesita dinero" (para pagar la denuncia, comprar papeleta valorada, pagar al notificador, obtener la firma del Fiscal, utilizar los servicios del investigador, etc.). Si los pobres no tienen para comer, menos pueden pensar en invertir dinero en una justicia que es monetizada, politizada y corrupta.
Si en las fiscalÃas de turno, policÃa, tribunales y otros organismos encargados de administrar justicia hay "corrupción", ¿con qué moral pueden juzgar los actos ilÃcitos de otras personas o instituciones del paÃs? ¿Por qué será asÃ? ¿Será que los administradores de justicia no están formados para ocupar estos nobles puestos o no sirven las instituciones llamadas de formación profesional? ¿Por qué en el ejercicio de la justicia se discrimina a los desposeÃdos?, ¿Por qué la justicia no es gratuita? Por el contrario, se le exige una infinidad de requisitos y con procedimientos burocráticos, aburridores, hasta que abandonen los litigios por falta de colaboración de los administradores de justicia. Mientras a los que tienen poder económico y polÃtico se los colabora, los trámites se tornan fáciles y rápidos (con dinero). ¿Esto es justicia para todos?