El dominio de las llamas de Abrantes, conseguido alrededor del mediodÃa local, ha supuesto un alivio para las autoridades lusas, que habÃan desplegado en este municipio del centro del paÃs el grueso de sus efectivos.
Finalmente no fue necesaria la colaboración, aunque esto no ha supuesto el fin del trabajo para el abultado contingente, que permanece en el lugar para sofocar las llamas que aún se mantienen.
Mientras el alivio llegaba a Abrantes, la preocupación se extendÃa al resto de Portugal, donde el número de pequeños incendios varÃa en cuestión de minutos, llegando a pasar de cuatro fuegos activos a 18 en apenas hora y media.
La cifra, además de ser la más alta en lo que va de año, batÃa la marca conseguida solo un dÃa antes, cuando se contaron un total de 215 fuegos, y puede volver a superarse, avisó Gaspar al actualizar al final de la jornada la situación de los fuegos repartidos por el paÃs.
A última hora de la jornada, Protección Civil explicó que estas condiciones han provocado la reactivación de varios incendios controlados la mañana de este sábado, asà como la evacuación de varias aldeas en las regiones del centro.
La mayorÃa de los focos activos se concentran en el centro y norte del paÃs, muchos de ellos cercanos entre sÃ, e involucran a entre 30 y 50 bomberos que suelen trabajar a una relativa distancia sobre el terreno, una situación en la que las comunicaciones cobran mayor relevancia.
La red que utilizan los servicios de emergencia, denominada Siresp, se convierte entonces en protagonista, pero sus fallos en la tragedia de Pedrógão Grande, donde propiciaron graves problemas de coordinación para combatir las llamas, han despertado dudas sobre su eficacia.
Cuestionada por este asunto, la portavoz de Protección Civil reconoció "colapsos puntuales" de la red que han podido ser atajados con unidades móviles que han mejorado la señal.
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