La mediación policial como una herramienta para la solución pacífica de conflictos de convivencia vecinal

En la sociedad, las personas que enfrentan un problema de convivencia vecinal, normalmente recurren al uso de la violencia (amenazas, insultos, represalias materiales o psicológicas o agresión física) o al proceso judicial, esperando que un tercero, el juez, defina quién tiene la razón y quién no la tiene. Muy pocos utilizan el diálogo, la conversación alturada y la cooperación para buscar soluciones que satisfagan los intereses de las partes.

Esta circunstancia se da básicamente porque nuestra sociedad es litigiosa, es decir, está acostumbrada a ver a la otra parte como un adversario, y por tanto busca métodos que resuelvan el conflicto en un esquema de adversidad, como la violencia o el juicio.

La Policía Boliviana, debe adaptarse a estos nuevos tiempos de movimientos sociales, crisis, cambios continuos y demandas de esta nueva ciudadanía, diversa, activa, participativa y exigente. Como un ente de servicio público debe cumplir con el rol de proteger los Derechos Humanos de las personas y debe garantizar que en sus dependencias policiales existan mecanismos, técnicas y estrategias que permitan una solución a la problemática de su competencia de manera pronta, oportuna, adecuada, que sea gratuita, confiable, confidencial, que cuente con un procedimiento que sea informal, que no requiera ni la presencia de un abogado donde las partes lleguen a acuerdos consensuados.

La herramienta que proponemos tiene un nombre, se llama Mediación Policial, no es una varita mágica, pero sí tiene la magia del cambio, para trabajar la prevención. Pero es necesario definir que es la mediación policial para lo que recurrimos a Rosa Gallardo, en su libro titulado Mediación, Policía, Cambio Social, señala que la "mediación policial supone una poderosa herramienta para gestionar la convivencia y prevenir conflictos en cualquier ámbito en los que se desarrollen estos".

La mediación policial, gestiona y desarrolla la convivencia porque el ciudadano entiende que es capaz de aportar soluciones al conflicto del que forma parte, que no se pueden dejar siempre las cuestiones que lo afectan en manos de un tercero y, por tanto, entiende que la construcción y la mejora de su vida, de su barrio, de su ciudad, de su entorno, pasa por la corresponsabilidad, actitud necesaria en las sociedades basadas en la libertad.

Es el inicio de la construcción de un nuevo paradigma: el de la cultura de la paz y del diálogo como fundamento de la vida en democracia. La mediación policial aparece como herramienta necesaria para el cambio de cultura y como prevención de los conflictos, aportando innovación y creatividad para generar un clima de confianza con la ciudadanía.

En este enfoque de la prevención se desarrolla el papel de la Policía, cuya labor se dedica en gran parte a informar y asistir al ciudadano y a colaborar en la vida social, evitando precisamente conductas que alteren el normal desarrollo de la convivencia.

La incorporación de la mediación policial, en si es revolucionaria, por lo que en la organización Policial supone un auténtico reto y/o un auténtico desafío, porque se debe modificar estructuras y paradigmas pasados; significaría romper, e incorporar una nueva imagen de autoridad neutral significando tanto para ellos mismos, como para la comunidad, la imagen de gestor del conflicto que ayuda al ciudadano a encontrar sus propias soluciones de los problemas.

Además, la mediación policial, estimula la tolerancia, la paciencia, el respeto mutuo y la comprensión facilitando acuerdos específicos entre las partes. En conclusión con esta herramienta alternativa, de resolución pacífica de conflictos, se beneficia a la sociedad que tendrá una nueva forma de solución de conflictos de convivencia vecinal.

(*) Coronel DESP docente de la Unipol