El artÃculo publicado por la Sra. Lupe CajÃas, titulado Adiós proletario ilustrado, en el que manifiesta que actualmente basta escuchar a un dirigente para comprender su poca lectura, su escaso conocimiento, su sumisión, me ha recordado la conducta de los trabajadores ferroviarios de Uyuni.
La vivencia de los trabajadores ferroviarios estaba enmarcada en la disciplina, cumplimiento y respeto mutuo, la hora inglesa, al minuto, tenÃa plena vigencia en todas las actividades.
La confraternidad era una de sus costumbres. En los hogares a los que me invitaban observaba que tenÃan uno o más estantes con libros, lo que demostraba la inquietud intelectual de los dueños de casa y sus familiares. A este logro contribuyó el Sr. AgustÃn Miguez, con su librerÃa que ofrecÃa libros de la editorial Claridad (temas sociales,culturales y polÃticos) editoriales Tor y Sopena (obras famosas) y la editorial Hobby (temas manuales).
El Sindicato Ferroviario de Uyuni tenÃa su biblioteca bien dotada. Una excelente enciclopedia en esos tiempos era El Tesoro de la Juventud, que don Bernardino Heredia, encargado de la biblioteca me permitÃa llevar a mi domicilio para leerla con más comodidad.
Algunos trabajadores ferroviarios y otras personas particulares se dedicaban al teatro, agrupados en el Centro Cultural Obrero Quijarro, con obras de Dn. Belisario Roldán, cuyos temas se acomodaban más al medio.
Los trabajadores ferroviarios de la Maestranza y otras reparticiones, que eran más de 1.200 y a los que cariñosamente los denominaban tisnados o koskosos, porque sus overoles estaban impregnados de aceite, cuando salÃan de su trabajo, se aseaban y luego vestÃan de terno, incluida la corbata, para concurrir a sus locales para recrearse practicando billar, billas, ping pong, ajedrez, culminando con el infaltable cacho, que en Uyuni se llamaba Tachin, una por una, consecuencias todas.
ExistÃa mucha actividad social, se festejaban aniversarios de los clubes con grandes fiestas, amenizadas por orquestas contratadas en La Paz, la Alcaldia Municipal celebraba los aniversarios local y patrio con fiestas de gala. Los invitados asistÃan con traje formal y las esposas con traje largo. Como consecuencia de su condición de autodidactas eran cultos y educados. Las maestras normalistas que llegaban a Uyuni para hacer su año de provincia, contraÃan matrimonio con ferroviarios que eran siempre buenos partidos.
Eran otros tiempos cuando los proletarios leÃan para instruirse, culturizarse y educarse.
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