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Viernes 11 de agosto de 2017

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Viernes 11 de agosto de 2017
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Según el Ministerio de Salud:
Oruro es el primer departamento con autonomía técnica en análisis de VIH
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Indígenas del Tipnis defenderán su territorio con arcos y flechas
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Evalúan méritos de candidatos a judiciales en base a experiencia laboral
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ALDO encuentra observaciones "de fondo" en convenio de Piscina Olímpica
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Labor del GAMO
Analizarán calidad del aire para ver si hay contaminación por quema de totora
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Padres de la U.E. "Hijos del Sol 1" piden que ítems de maestros no se modifiquen
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17 de agosto inicia empadronamiento para elección de autoridades judiciales
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Sugieren usar tecnología a autoridades para transparentar su gestión
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Choferes del transporte pesado exigen rebaja del 50% en pago de impuestos
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Maternidad ya está funcionando al 100%:
30 bebés ya nacieron en el hospital "Oruro-Corea"
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La documentación llegaría hoy
Concejo no trató convenio del teleférico porque ejecutivo no devolvió la carpeta
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Realizado el 22 de julio
TEDO y Uru Chipayas analizarán elección de su gobierno indígena
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Contadores preocupados por usurpación de funciones de otros profesionales
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Escara mostrará su potencial camélido en VII feria regional
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Reducción del presupuesto en Pazña afecta inversión en salud y educación
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Mixers vuelven a generar caos vehicular en el centro de la ciudad
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Editorial
Facetas del modelo económico
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Picadas
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Caminos asfaltados de mentiras
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El proletariado uyunense que conocí
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Gestión de procesos electorales
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En respuesta a Evo Morales:
Heraldo Muñoz: "Estamos preparados para defender nuestros intereses"
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Se espera que en un par de semanas se habiliten 2 hectáreas del Puerto Seco
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Comité Cívico del Beni apoya la construcción de carretera por el Tipnis
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Gobierno entrega una vivienda a la familia de niña que murió de hambre
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En Bolivia:
Consorcio hispano-suizo-alemán comenzará a construir ferrocarril
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Ex prefecto desistió de carretera por el Tipnis cuando se opusieron el 2001
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Senadora pide auditoría a rehabilitación de carretera Warnes-Santa Cruz
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Colonos afirman que son dueños del Tipnis y deben pedir permiso para ingresar
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Gobierno pide a Brennan que se retracte por expresiones "injerencistas"
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Homenaje a Bolivia con concierto de piano
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Ganadores del "Aquí�canta Bolivia" ayudan en la promoción del festival
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Retorna la obra cómica "Un botones, sin botones"
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Culturas y Unasur presentan libro dedicado a pueblos indígenas de América del Sur
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ABAP continúa campaña a favor de Sergio Fernández
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Para más información adquiera su ejemplar o suscribase en...lapatriaenlinea.com
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Policías de Bolivia y Chile hablarán sobre contrabando y robo de autos
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Anunció procesos contra fiscales de La Paz:
Fiscal general advierte errores en el caso de Carmen Chacón
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Gremialistas protagonizan una pelea campal en pleno centro paceño
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Editorial y opiniones

Caminos asfaltados de mentiras

11 ago 2017

José Luis Bolívar Aparicio

La primera vez que muchos bolivianos han debido tomar contacto con aquellos menudos hombres y mujeres de vestuario café y sombreros de bayeta de la tierra, fue a mediados del año 1983, cuando, víctimas de una sequía terrible que azoló el altiplano boliviano, salieron de sus tierras en la zona norte del departamento de Potosí.

Las constantes imágenes que se repasaban una y otra vez en el noticiero de los únicos dos canales de televisión en aquel entonces, mostraban lo árido del suelo, donde unas manos empolvadas empuñaban una pica para escarbar el suelo, y ver como las papas y otros tubérculos no tuvieron la oportunidad de ser un poco más que semilla, muriendo en ese intento, y dejando a los campesinos sin esperanza alguna.

No le quedó otra cosa a los pueblos de aquella región que migrar en masa rumbo a las capitales departamentales, donde buscaron por un lado la asistencia gubernamental y por el otro la solidaridad de los habitantes de las urbes, para acogerlos entre sus calles, y darles aparte de su caridad, las condiciones para que pasen lo mejor posible este ingrato episodio de sus vidas.

Para su mala suerte, Bolivia atravesaba una crisis económica de características fatales. Una hiperinflación astronómica era acompañada de una escasez general de alimentos, donde sobraba plata para comprar lo que sea, pero no había nada para adquirir y lo poco que se encontraba valía su peso en oro.

Pero incluso en ese ambiente tan difícil de sobrellevar, la ciudadanía no esquivó su espíritu generoso y asistió a los visitantes lo mejor que pudo. Comida y todo tipo de vituallas llegaron a manos de quienes tímidamente trataban de acomodarse en una urbe que era diametralmente diferente a sus calmos pueblos.

En poco tiempo, estos pobladores se hicieron parte del paisaje urbano, y en grupos de dos o tres se ubicaban en cada esquina del centro paceño estirando la mano, para que quien pase les dé algo para hacer más llevadero su diario penar.

Al año siguiente, los informes de meteorología cambiaron la sequía por las inundaciones y todo lo que no había llovido el 83 lo hizo el 84, y claro, esta vez los afectados fueron otros bolivianos. En el altiplano los pobladores de orillas del Lago Titicaca y en el Oriente todos los afectados por el desborde del rio Piraí. Sin embargo en la ciudad de La Paz y otras capitales del país el paisaje no cambiaba mucho, y los ya parroquianos ex campesinos de triste vestir, seguían en las mismas esquinas, mano alzada de por medio sin la más mínima intención de volver a sus pagos.

Y es que meses después de su arribo, se dieron cuenta que resultaba mucho más fácil vivir sentados en una esquina que trabajando en el campo, aunque claro, como dice el dicho: a los tres días muerto e invitado empiezan a oler mal, la población los asistía cada vez menos y del rostro solidario pasó al gesto de enojo primero y rechazo después, por lo que de a poco no les quedó otra que partir para sus terruños, pero con un aprendizaje que les serviría después para un modus operandi que se cumple rigurosamente año tras año hasta hoy.

A mediados de noviembre de cada gestión, las comunidades del Norte Potosí, se reúnen, juntan wawas, se sortean y designan ciudades. Los escogidos parten rumbo a las ciudades a recibir su aguinaldo de misericordia y obtener fondos que al retornar, luego de devolver los hijos a sus respectivos padres, también se reparten las utilidades en este ritual vicioso que poco tiene que ver con el honor de ganar el dinero de forma íntegra.

El año 2008 tuve la fortuna de hacer un trabajo de consultoría que consistía en un estudio de pre factibilidad para la construcción de un gasoducto a través del Norte de Potosí. Recibí el encargo con regocijo, pues no solo era una gran labor sino que además tendría la oportunidad de conocer por fin esta región de mi Patria.

A través de la diagonal Jaime Mendoza, en aquel entonces, camino ripiado pero bien mantenido en un 85% de su extensión, pude estar en cada una de las poblaciones involucradas en este análisis.

Ravelo, Ocurí, Macha, Colquechaca, Pocoata, Taconi, Chuquiuta, Chayanta, Cala Cala, Uncía, Llallagua, Caripuyo, Sacaca, Vila Vila, San Pedro de Buena Vista, Acasio y uno de los lugares más hermosos del planeta, Toro Toro, recorrí todos y cada uno de esos pueblos, en dos oportunidades.

La imagen que guardaba de esta región como referencia en mi mente, era la de un altiplano árido y agreste, visión que cambió por completo a medida que fui transitando por estos bellos lugares que son más bien cabecera de valle y valles, sumamente verdes y con grandes condiciones para la agricultura. Además a medida que se acerca la cordillera, la zona es plagada de minas de varios recursos mineralógicos.

Otra situación que me llamó tremendamente la atención es que la zona íntegra estaba atestada de sistemas de riego. Resulta que después de los trágicos acontecimientos de los 80´s, cientos de ONG´s, se aproximaron para ayudar con todo tipo de recursos y proyectos a estas poblaciones, de manera que no vuelvan a atravesar la sufrido pero sobre todo, no tengan que emigrar en busca de la cada vez más escasa compasión urbana.

La distancia, pero sobre todo la escasa demografía en todas estas poblaciones, hizo absolutamente inviable un gasoducto que con tan poco consumo no podría autofinanciarse nunca. La mina de Colquechaca y las poblaciones de Llallagua y Huanuni equilibraban algo el déficit pero ni así alcanzaba, de manera que por tubería no podía llegar el gas a esta zona donde la gente tampoco se veía muy interesada en que dicho proyecto se lleve a cabo ni que el beneficio toque a su puertas.

En todo caso, fue para mí digno de análisis el ver como en una zona asistida por una carretera que dentro de poco estará asfaltada en todo su recorrido y con tanta ayuda del Estado y diferentes entidades, los estados de pobreza eran los únicos que gozaban de buena salud en toda la zona y sigue existiendo una franca voluntad de permanecer en esa condición por mucho tiempo más.

Cuando atiendo las explicaciones de masistas y dirigentes indígenas claramente alineados con el gobierno que afirman una y otra vez, que la única forma de que el progreso y bienestar llegue a la gente del Tipnis es a través de una carretera, traslado mi mente al Norte de Potosí, y por experiencia propia y repetición anual de los acontecimientos, estoy en la absoluta condición de afirmar que lo que proclaman es absolutamente falso.

En pleno desarrollo de la Asamblea Constituyente, algunos dirigentes de Sucre, al amparo de la frase "Ahora o Nunca", pidieron el traslado de la sede de gobierno a la Capital de la República, justificando que a la ausencia de estos edificios de gobierno se debía el retraso de la ciudad de los cuatro nombres y por ende del departamento entero. Lógicamente no podía haber algo tan absurdo como dicha afirmación. Para muestra basta un botón, sin ser sede de nada Santa Cruz, departamento y capital han dejado rezagados a los otros 8 departamentos tan lejos que ni la misma La Paz tiene chances de alcanzarles.

La única vía para el progreso, para que lleguen los beneficios de la vida y todo lo que se supone les falta a los "pobres y desplazados" habitantes del Tipnis, es el trabajo, un empeño leal, bien intencionado, con el deseo de que se beneficien los verdaderos dueños del territorio y no un grupo político afín al oficialismo, que lo único que desea es nuevo territorio para seguir plantando veneno.

Cambien su pardo discurso señores, que no convence a nadie y sólo muestra su nefasta intención sobre un parque que quiere dar vida a todos los hijos de esta Patria.

(*) Paceño, stronguista y liberal

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