Que se vaya el dictador Maduro

El repudio internacional contra la dictadura de Venezuela crece con el correr de las horas y los días. Hasta el momento cinco naciones de América Latina, serán más, se pronunciaron en contra respecto al proceso eleccionario que se desarrolló en Venezuela para componer una Asamblea Constituyente convocada por el Presidente Nicolás Maduro. Este sujeto sigue cometiendo actos de agresión democrática, aborrecibles desde todo punto de vista, se aferra a un poder deslegitimado. Sus defensores solamente defienden sus cargos políticos. Hablan de 8 millones de votantes amañados, basados en la violación de la propia Constitución que aprobaron en 1999 en los que las personas votantes no creen. Ha logrado comprar al Poder Electoral por un hecho que pagará caro. Chávez valía mucho más por su personalidad carismática y hasta apabullante, aunque no teórica, se parecía mucho a Páez que traicionó a Bolívar y le hizo morir con rabia en el alma en Santa Marta. El no es nada, solamente un discurso mediocre.

La oposición denunció este domingo que las fuerzas chavistas reprimieron "severamente" a los manifestantes que salieron a las calles para rechazar la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Nicolás Maduro. En el marco de la brutal violencia chavista, desde el sábado por la noche -en la previa de la elección de este domingo-, ya se registraron 13 muertos. Son abusos ya reiterados. Las muertes pueden ser dolorosas, pero no significantes en el sentido de un proceso de cambio.

La convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) está contemplada en el marco de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en los artículos 347, 348 y 349. El propio Maduro se ha apoyado en ellos. Pero el procedimiento que llevó a cabo el Jefe de Estado para la convocatoria de la elección de este domingo estuvo por fuera de la Carta Magna. Debió convocar al Pueblo, primero para al proceso y después para su decisión. ¿Qué ser puede esperar de un transportista, erradamente Presidente de un Estado que merece mejor suerte?

El artículo 347 establece: "El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar a una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución". El 348, en tanto, indica que "la iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrá hacerla el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de la dos terceras partes de sus integrantes; los Consejos Municipales en cabildos, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos; y el quince por ciento de los electores inscritos y electoras en el registro electoral". Tal requisito no se ha cumplido.

Lenin ya lo dijo para que se ilustren los socialistas de periodo o de etapa oportunista: "Los socialistas siempre condenaron la guerra entre los pueblos, como un hecho bárbaro y pérfido. Pero nuestra relación hacia la guerra es de principio diferente a la posición de los pacifistas burgueses (partidarios y difusores de la paz a secas) y de los anarquistas. Es duro, y difícil, comentar sobre hechos pasados y contradictorios, no solamente en referencia a personajes con palabra propia, sino a ideólogos de un proyecto político, malo o bueno, "la guerra es una propuesta fatal, algunos, estos se la posicionaron y la hicieron suya, en el opio humano, en la destrucción del otro y la cavaron en la muerte de millones". En Venezuela debe haber guerra, aunque algunos no se atrevan. En política no sirven las hipocresías. Las cosas se tienen que hacer caiga quien caiga.