Loading...
Invitado


Viernes 04 de agosto de 2017

Portada Principal
Perspectiva Minera

Minería e industrialización

04 ago 2017

Fuente: Por: Dionisio J. Garzón M.

Parte final

Finalizar el tema en el mes de la Patria un día cercano a su efeméride resulta emocionante y a la vez frustrante por algunos resultados del análisis. Hemos puntualizado lo que ocurre con los proyectos mineros principales lo que no quiere decir que los emprendimientos menores y la generación de nuevos proyectos anden sobre ruedas, nada más alejado de la realidad. Todo el sector minero metalúrgico e industrial tiene problemas y esa es la primera conclusión del análisis; pese a la retórica y al impulso del megaciclo de buenos precios de metales y minerales que acompañó la década precedente los resultados son magros como hemos anotado en las dos columnas precedentes. Las causas para esto son las malas políticas sectoriales de un sistema jurídico (CPE, Ley 535) e impositivo a contracorriente con las tendencias globales de la industria.

i) La escala de la industria debiera corresponder a lo que se quiera generar como producción y a los actores que lo puedan concretar, se quiere un Estado fuerte en la industria con megaproyectos como el Salar, pero la capacidad del mismo para generar un portafolio y administrarlo es mínima. Para hablar de niveles de inversión en el vecindario, Perú por ejemplo tiene hoy un portafolio de proyectos mineros de $us 50.000 millones ¿podría el Estado boliviano generar un flujo de inversión de esta escala para generar y manejar un portafolio similar con el tamaño actual de nuestra economía? (PIB alrededor de $us 35.000 MM). Ni aún el Estado peruano lo podría hacer sin la intervención del capital privado nacional y extranjero.

ii) El portafolio de proyectos se construye en base a información que generan entes estatales, en nuestro caso Sergeomin y Comibol. Si no se potencian estas instituciones no será posible hacerlo, Sergeomin genera lo que puede y lo que puede es poco, todos sus emprendimientos no pasan de lo que se llaman grass roots (o proyectos primarios) para un mercado donde la plata para ese tipo de tareas es cada vez más escasa. Se debilita cada vez más a Comibol sacando sus proyectos estrella de su control (Salar, Mutún) y quitándole su cualidad de representar al Estado en contratos con terceros para crear burocracia adicional (AJAM); así estamos matando la gallina de los huevos de oro.

iii) Las inversiones se fomentan o se ahuyentan, en nuestro caso la legislación pone una camisa de fuerza a todo operador que se anime a invertir en el país, estamos felices con la inversión estatal pero su escala nunca podrá llegar a los niveles necesarios, por su limitación inherente al tamaño de nuestra economía y peor aún si en el intento, pretendemos invertir (según algunos anuncios oficiales) en el sector menos formal, las cooperativas.

iv) El capital privado debiera participar, el ajuste de las normas vigentes es el único camino para lograrlo, estamos perdiendo el tren de la historia en el afán de mantener un discurso nacional populista que no trae nada bueno ni soluciona los problemas.

v) La industrialización, depende de decisiones políticas adecuadas al momento y al mercado, es patético como se proyectan etapas industriales como Karachipampa, Corocoro y aún el Salar sin el menor atisbo de coordinación de las diferentes etapas para lograrlo ¿alguien habló de reservas explotables, costos unitarios de explotación, costos financieros, etc., o de la factibilidad de los negocios en alguno de estos proyectos?

Antes de emprender la loca carrera por construir plantas, ingenios metalúrgicos, o refinerías hay un largo camino que la tecnología y el conocimiento han labrado a través de los años y que es de obligado recorrido si se quiere tener éxito. Felicidades Bolivia.

(*) Ing. geólogo.

Ex Ministro de Minería

Fuente: Por: Dionisio J. Garzón M.
Para tus amigos: