Hubble, una mirada hacia el Universo

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

El telescopio espacial Hubble, uno de los proyectos científicos más exitosos de la historia, cumplió 20 años, en los cuales envió a la Tierra más de medio millón de grabaciones de información astronómica de incalculable valor.

El 24 de abril de 1990, ese instrumento de 13 metros de largo, cuatro de diámetro en su parte más ancha, y 11 toneladas de peso, fue puesto en órbita a unos 600 kilómetros de altitud por la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA), con la colaboración de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Especialistas aseguran que el observatorio dotado de instrumentos de alta complejidad y resolución, no sólo permitió conocer innumerables estrellas de otras galaxias, nacimiento de planetas, sino que ha cambiado la visión del Universo profundo.

También envió imágenes extraordinarias del Cometa Shoemaker-Levy cuando se dirigía en una trayectoria autodestructiva a Júpiter, donde se desintegró en julio de 1994, por solo mencionar algunos de sus trabajos.

Según la NASA, el Hubble envía cada semana casi 80 gigabytes de información, lo que equivale a 80 grandes enciclopedias, que los especialistas de todo el mundo se encargan de procesar.

"Hemos llevado al ciudadano de a pie en un viaje por todo el Universo", señaló Dave Leckrone, uno de los expertos encargados de sus operaciones.

Y todo ello fue posible a pesar de que por un error de fabricación de su espejo principal, el cual requirió de un viaje de reparación que le colocó el equivalente a lentes de contacto.

Sin embargo, a pesar de su valiosa labor, el periodo de vida de este instrumento se acerca a su final. Luego de concluida la quinta visita de mantenimiento de un trasbordador en el año 2009 para reactivar sus sistemas que estuvieron inactivos durante casi tres años, la NASA anunció que se espera su desactivación hacia 2014.

A pesar de su alto costo inicial, criticado por algunos especialistas, el Hubble probó la utilidad de la ubicación espacial de los telescopios, donde se evitan las aberraciones ópticas que se sufren en la superficie terrestre como consecuencia del cruce de la luz a través de la atmósfera (con su turbulencia y contaminantes).

Al cabo de dos décadas ha demostrado irrebatiblemente su valía. Es, sin dudas, un extraordinario logro de la ingeniería. Es uno de los instrumentos científicos más importantes de la historia moderna.

Su éxito fue tal que favoreció la construcción de otros tres grandes telescopios -actualmente en operación-: el Observatorio de Rayos Gamma Compton, el de Rayos "X" Chandra y el Telescopio Espacial Spitzer.

Abrió asimismo el camino para su sucesor, el mucho mayor telescopio espacial James Webb -optimizado para la observación en el espectro infrarrojo-, que eventualmente nos acercará mucho más a los comienzos de todo, los primeros momentos tras el Big Bang.

Con algo más de suerte pudiera brindar también las primeras pruebas directas de la previsible vida extraterrestre.

Fuente: Prensa Latina