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Domingo 30 de julio de 2017

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Cultural El Duende

Los beatniks: Visiones divinas

30 jul 2017

El término "Beatnik" fue acuñado en 1958 por el periodista estadounidense Herb Caen con el fin de parodiar a la generación "beat" después de la publicación de la novela-manifiesto "En el camino" de Jack Kerouac. En esta oportunidad, el escritor y periodista peruano, Pedro Casusol, miembro de la European Beat Studies Network, refiere los periplos que los poetas de este movimiento vivieron en Latinoamérica

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Segunda de tres partes

"El dominical" del diario El Comercio dio fe de este encuentro, publicando en su sección cultural: "Gran amistad han hecho el barbudo norteamericano y Martín Adán, quienes se conocieron de casualidad hace poco. Ahora suelen reunirse para tomar anisado y tratar de poesía, como dos viejos conocidos"(13).

Era común encontrarse a Martín Adán deambulando por las calles del centro de Lima, donde llevaba una vida bohemia y solitaria. Se le podía ver en la librería de Juan Mejía Baca, quien lo ayudaba a escapar de apuros económicos publicando sus poemas. Salazar Bondy lo describe en un artículo: "Sumido en sí, huidizo y sardónico, encasquetado en un sombrero deforme, cubierto por un sobretodo basto, con una barba crecida"(14).

Así que hubo cierta empatía con el joven beatnik, una persona que desde su infancia había tenido que lidiar con la locura y los manicomios. Por su parte, Ginsberg se interesó en Martín Adán, un hombre "acosado por la indigencia y el alcoholismo"(15) cuya situación lo había llevado a vivir en hoteles baratos y sanatorios.

Fue precisamente a él a quien le dedicaría el poema To an Old Poet in Peru, escrito en Lima y publicado después en el volumen Reality Sandwiches, donde se logra inferir solo de manera muy vaga la relación que tuvieron Ginsberg y el poeta peruano.

Dividido en tres partes(16), Ginsberg "expresa más interés en la patología de los garabatos secretos que en la pulcritud de los sonetos"(17), típicos en la poesía de Martín Adán. Y advierte sus deseos de partir a la selva como una suerte de vaticinio: "Voy a Pucallpa / a tener visiones"(18).

Una fría mañana de otoño "paralizada por una huelga nacional y ensombrecida por una garúa glaciar"(19), el periodista Alfonso La Torre encontró a Ginsberg en el Hotel Comercio, semidesnudo, arremolinado entre las sábanas y fumando un cigarro Inca Nacional(20). La Torre había sido comisionado por la revista Cultura Peruana para entrevistar a Ginsberg, y lo que encontró fue un poeta con espíritu obrero.

El resultado de aquel encuentro sería un extenso reportaje, de más de cinco páginas, en el que el periodista narra la conversación que tiene con el poeta mientras este realiza sus actividades cotidianas. Primero recibe al peruano en calzoncillos, luego se viste cubriendo "sus delgadas piernas de adolescente"(21), se queja de sus pesados zapatos de minero, orina, se lava su barba "rizada y castaña, tremola de hilaridad" y peina su escaso cabello mojado(22).

En el cuarto del hotel, Ginsberg describe los pilares de la nueva poesía americana, de la que es estandarte el movimiento beat: un grupo de jóvenes rebeldes y barbudos que intentan "echar de lado el academicismo, devolver la poesía al lenguaje común", así como retornar al origen físico de la literatura(23).

-En Grecia se recitaba la poesía en movimiento -señala el beatnik.

-Una poesía semejante debería grabarse más que escribirse -reflexiona La Torre.

-Claro que sí. Kerouac tiene una grabadora, y hemos hecho experimentos en común.

-¿Al mismo tiempo?

-Sí, poesía en cadena. You understand?... Una tarde fumamos marihuana, pusimos en marcha la cinta, y empezamos a improvisar alternadamente? Marvelous! Most exciting experience!

-Apenas puedo creerlo.

La Torre, que más tarde describirá el recital ofrecido en el IAC como una experiencia "electrizante", le pregunta:

-¿Compone solo cuando ha fumado marihuana?

-No. Escribo en cualquier momento en que sienta la necesidad. La marihuana es un medio de experimentación. Mire? En Machu Picchu no había luz, y escribí este poema a oscuras. Este otro, durante un viaje en un camión(24).

Se trata de un pequeño cuadernillo con forro marrón, cuyas páginas están llenas de "una escritura menuda y apretada" y dibujos "tan esquemáticos como los de un pupilo de kindergarten"(25). Es ahí, en esa misma libreta, donde Allen Ginsberg hará sus apuntes sobre el Ayahuasca, que más tarde serán publicados en el libro The Yage Letters como parte de su correspondencia con William S. Burroughs.

***

La Torre acompaña al poeta hasta el baño, atravesando un estrecho pasaje que termina en un amplio corredor con vista al maltrecho patio del hotel.

-¿Los poetas peruanos tienen iluminaciones? -pregunta el beatnik.

-¿Iluminaciones?

-Sí, a la manera de los santos y los místicos.

-Sabemos de algunos poetas que ven, cotidianamente, los "diablos azules" -bromea el periodista- pero no tenemos noticia de que alguno haya alcanzado una iluminación mística o? poética.

-Un poeta sin iluminaciones es un simple prosodista, un infeliz -sentencia Ginsberg, antes de acercarse al urinario para miccionar.

El periodista le pregunta qué es lo que hace en Lima, si acaso intenta seguir los pasos de Jack Kerouac recorriendo "sobre el camino" todo Sudamérica.

El poeta lanza una carcajada.

-No, vine porque me invitaron a la reunión internacional convocada por la Universidad chilena de Concepción, y también por ver si hallaba ayahuasca o marihuana.

-¿Y ha logrado fumar?

-Un poco? Siempre hay alguien que le proporciona a uno esas cosas(26).

***

Después de un insulso desayuno, té con limón y bizcochos, Ginsberg lanza la siguiente frase: "como la sociedad no puede tocar con sus sucias manos mi alma, no hay peligro de que la aniquile".

-Con mi cuerpo puede hacer cualquier cosa, pero no alcanzará nunca a mi alma -agrega mientras camina en dirección a la Plaza de Armas, bajo la fría llovizna de otoño.

El periodista, que sabe que estaba conversando con el "poeta joven más excitante de América", pregunta:

-¿Los delincuentes juveniles son, verdaderamente, beats?

-Yo fui delincuente juvenil. Fumaba marihuana a los 15, y eso es delincuencia. En la cárcel hice amistad con varios ladrones.

-¿Qué edad tiene?

-33. Tengo la barba y los años de Cristo.

-¿Escribe usted poesía política? -vuelve a la carga el periodista.

-¡Por favor! No existe poesía política. La poesía surge del alma, y la política nunca alcanza allí. La poesía no puede usarse como propaganda. Aun cuando sale de lo hondo, como en Neruda, es siempre una especie de hipocresía, una variedad de egoísmo, que pretende imponer una regla determinada a los demás.

-¿Existe un teatro beat?

-No existe una poesía beat, novela beat, pintura beat. Beat es una concepción poética, una actitud ante el mundo. Pero, sí, hemos hecho teatro?(27)

Finalmente el escenario del diálogo se traslada a la Plaza San Martín, donde el poeta y el periodista dan por concluida la charla. Debido a la huelga nacional, las calles de Lima lucen vacías y silenciosas. "¿Podré pescar un taxi?", se pregunta el beatnik ante la quietud de aquel día. "Necesito llegar a la Embajada".

Estrechan las manos. La Torre se despide, no sin antes prometer enviarle dos números de la revista, uno para él y otro para su editor, Lawrence Ferlinghetti. Luego lo contempla irse, "llevando sobre sus estrechos hombros la maldición y el desdén de 160 millones de honestos y prósperos ciudadanos de traje gris", hasta que se esfuma, como en un acto de magia, atravesando la puerta del IAC(28).

(13) El Comercio. Suplemento dominical. Nº 368. Lima, 22 de mayo de 1960.

(14)  Salazar Bondy, Sebastián. "El conflicto vital de Martín Adán". Mercurio Peruano. N° 388. Lima, agosto de 1959. p. 344-346.

(15) Lauer, Mirko. "Los exilios interiores. Una introducción a Martín Adán". Lima: Hueso Húmero Ediciones, 1983. p. 47.

(16)  Estos son: To an Old Poet in Peru, Die Greatly in thy Solitude y The Dazzling Intelligence.

(17)  Lauer, Mirko. Los exilios interiores. Una introducción a Martín Adán. Lima: Hueso Húmero Ediciones, 1983. p. 47.

(18)  Ginsberg, Allen. Reality Sandwiches. San Francisco: City Lights Books, 1963. p. 82.

(19)  La Torre, Alfonso. "Allen Ginsberg: ´Las sucias manos de la sociedad no pueden tocar mi alma´". Revista Cultura Peruana. N° 143. Lima, mayo de 1960. np.

(20)  Alfonso La Torre (Acomayo, 1927 - Lima, 2002). Periodista peruano. Trabajó para los medios más importantes de su tiempo: El Comercio, Expreso, La Crónica y la revista Cultura Peruana. Ilustró las páginas de El Comercio Gráfico. Escribió crítica de arte bajo el seudónimo de Seymour, y de teatro con el temible sobrenombre de ALAT. Trabajó en el diario La República desde su fundación, en 1981, hasta el año de su muerte. Recientemente, la dramaturga peruana Sara Joffré ha reunido sus críticas de teatro en el volumen "Alfonso La Torre, su aporte a la crítica de teatro peruano".

(21) (22) La Torre, Alfonso. "Allen Ginsberg: ´Las sucias manos de la sociedad no pueden tocar mi alma´". Revista Cultura Peruana. N° 143. Lima, mayo de 1960. np.

(23) (24) (25) La Torre, Alfonso. "Allen Ginsberg: ´Las sucias manos de la sociedad no pueden tocar mi alma´". Revista Cultura Peruana. N° 143. Lima, mayo de 1960. np.

(26) (27) (28) La Torre, Alfonso. "Allen Ginsberg: ´Las sucias manos de la sociedad no pueden tocar mi alma´". Revista Cultura Peruana. N° 143. Lima, mayo de 1960. np.

(Tomado de Vallejo & co)

Continuará

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