Puente Banegas: el desarrollo visto desde dos realidades

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El puente Banegas, construido entre las regiones de Okinawa y Los Troncos del departamento de Santa Cruz y considerado como la infraestructura, de este tipo, más grande de Bolivia, presenta dos realidades distintas del desarrollo y la modernidad.

Por una parte facilita el traslado de carga generada en los dos extremos de las zonas agro productivas del oriente, pero también ocasiona el olvido de los habitantes de los alrededores que tenían al embarque de vehículos como su principal ingreso.

DATOS GENERALES

Con una inversión de aproximadamente 50 millones de dólares, la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) a través de un convenio firmado por la cooperación Coreana, emplaza una mega estructura sobre el Río Grande con una distancia de 1.440 metros de longitud y 11.5 metros de ancho que posibilitará el tránsito de ve-

hículos en cuatro carriles, por esas razones es considerada como el puente más largo de Bolivia.

Su estratégica ubicación en el cuadrante de las carreteras Santa Cruz - Montero, Montero - Los Troncos, los Troncos - Santa Cruz; permitirá acortar distancias y favorecer al tránsito que proviene de Brasil, Trinidad, los municipios cruceños de 4 Cañadas, San Juan, entre otros y completando el corredor bioceánico Este - Oeste.

DESARROLLO PARA LA AGRO PRODUCCIÃ?N

Sin duda el pedido de los productores orientales para concretar la construcción de este puente fue bien atinada, pues con la concreción de este corredor se acorta en forma sustancial la distancia a recorrer entre el Norte y Sur cruceños donde existe la mayor cantidad de tierras cultivables, además que también se beneficia la parte Este o más conocida como zona de expansión.

Actualmente el recorrido que toman algunos vehículos que pretenden llegar hasta la frontera con el Brasil o a sectores estratégicos donde pueden sacar su producción como Puerto Busch se traducía en recorrer grandes distancias y necesariamente pasar por el municipio de Santa Cruz, pero con la consolidación de este puente, ese recorrido se reducirá a la mitad de tiempo, en materia de kilómetros sería disminuir alrededor de 100 kilómetros en el recorrido entre las localidades de Okinawa y Los Troncos.

David Cortez, miembro de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), mencionó que en el departamento de Santa Cruz existen alrededor de un millón de hectáreas productivas que necesitan de carreteras amplias y distancias cortas para sacar sus cosechas, ya sea a los silos de almacenamiento que están principalmente en la parte del norte Integrado o directamente para exportar sus productos ya sea por la frontera brasileña o por el occidente del país.

Explicó que se tarda alrededor de medio día efectuar un recorrido desde San Julián hasta Montero, y quienes se animan a cruzar por el Río Grande tienen que utilizar lanchas y barcazas que tardan entre 2 y 4 horas para cumplir el recorrido entre Los Troncos y Okinawa.

Pedro Figueredo, conductor que transitaba por la zona, señaló que en la época seca se puede cruzar el río pero con ciertos cuidados, además que hay que pagar una cuota a los "pontoneros" que son dueños de las lanchas porque hacen el acondicionamiento del recorrido con maquinaria pesada y señalizaciones para que uno pueda cruzar sin dificultades.

Los negativo es que se deben pagar altas sumas como 150 bolivianos y en horas de la noche esa tarifa sube hasta los 250, indicó, agregó que en época de lluvias no queda otra que tomar una de las lanchas para cruzar el río y acortar distancias, aspecto que con el nuevo puente ya no será así porque el recorrido de este tramo será de sólo 10 minutos.

COMUNARIOS

Si bien la construcción de esta infraestructura tiene muchos beneficios, los lugareños no ven esta situación, porque según ellos se verán afectados en sus actividades y no existen alternativas de desarrollo para ellos.

Don Abraham Román, vive desde la década de los 70 en el sector de Puerto Pacay, justo donde se inicia la construcción del puente, tiene una casucha en los alrededores que está hecha con algunos tablones y cartones, señaló que por ese sector viven cerca de 6 familias en cercanías al camino antiguo que ahora quedará en el olvido pues todos preferirán el nuevo trazo.

Mencionó que pidieron a la ABC y las autoridades darles alternativas de vida como la construcción de algunas casetas de comercio al ingreso del puente para así poder subsistir, pues la actividad de algunos de sus familiares era el traslado de motorizados en lancha, pero eso se acabará con la inauguración del puente.

Similar postura la brindó Pedro Gonzales, presidente de la Asociación de Pontoneros ubicado en Puerto Nuevo, cercano al Puente, por donde los motorizados cruzan el río, quien señaló que una vez que el puente se inaugure la asociación dejaría de existir afectándose a cerca de 107 familias que viven en las comunidades cercanas.

"Trabajamos desde 1968 en esta actividad y este año será nuestro fin, vamos a tener que buscar otras alternativas porque nos están quitando nuestra fuente laboral", aseveró.

Indicó que si bien tuvieron alguna indemnización económica, señaló que es insuficiente porque las familias no tienen un sustento alternativo, anteriormente era la pesca pero hace cinco años llegó un ventarrón que mató a centenares de peces que quedaron tirados en las orillas, desde esa ocasión los peces desaparecieron y también el caudal del agua se va reduciendo, por lo que su futuro es inseguro.

Todo está listo para que en septiembre próximo se inaugure este nuevo puente que unirá la parte Este con el Norte integrado cruceño, una obra de gran magnitud que tiene sus luces y sombras para quienes habitan en la región oriental del país.

Fuente: LA PATRIA