El registro delincuencial en el paÃs es realmente alarmante, de manera especial en los distritos del denominado "eje central", Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, luego los vecinos más próximos, Tarija, Oruro, Potosà y Sucre con menos incidencia las ciudades orientales de Cobija en Pando y Trinidad en el Beni. Parece que el problema del crecimiento poblacional es la causa de las lógicas restricciones de control por parte de los organismos de seguridad.
Las urbes nacionales se han convertido en tentadores sitios para las prácticas delictuosas de pandillas, incluso algunas provenientes de paÃses vecinos, el caso de elementos brasileños, con registro de actividades y fichas de persecución por sus constantes fechorÃas y su peligrosidad.
Sin bien ese caso registrado en el centro cruceño llamó la atención ciudadana y motivó un activo movimiento policial y la intervención directa de altas autoridades, lo evidente es que diariamente se registran hechos de violencia, protagonizados por antisociales, se trata de asaltos, raptos, golpizas, robos a mano armada en domicilios y como está sucediendo a negocios con mercaderÃa de cierto valor y facilidad para su transporte, el caso de joyas, los bancos u otras entidades financieras.
La seguridad ciudadana está en riesgo si se trata de horas nocturnas y calles con deficiente alumbrado público, pero tampoco se salvan eventuales pasajeros que son agredidos al interior de movilidades o la inversa cuando asaltantes atacan a chóferes, para robar sus vehÃculos. Los delitos se multiplican causando alarma en la población de ciudades, varias en las que los servicios policiales no alcanzan a cubrir o atender las denuncias y reclamos sobre robos y ataques en vÃa pública, en domicilios particulares o negocios de todo tipo.
Un gran problema está ahora en el tapete de la consideración legal y es que los maleantes atrapados por policÃas y entregados al ministerio público y la justicia en sÃ, son "detenidos por corto tiempo", liberados rápidamente o puestos en "arresto domiciliario", aun teniendo un frondoso prontuario e incluso registro de búsqueda externa. En cambio como dice la población, es más grave ser polÃtico, porque jueces y fiscales los envÃan a las cárceles, por el supuesto delito de expresar sus ideas, pero los delincuentes tienen prerrogativas a su favor.
Hay que asumir la realidad de los hechos y entender que cierto tipo de actitudes frenan las acciones policiales, en materia de investigaciones y en otras situaciones en las que alguna gente que delinque resulta más inocente que la "rosa virtuosa", alterando de ese modo las tareas especÃficas de atacar con todo a los malentretenidos y malechores que atentan contra la seguridad de las personas.
Fuente: LA PATRIA
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