La primera acepción de "nimiedad" es "pequeñez, insignificancia". Se utilizó la semana pasada, cuando se habló del reclamo de los potosinos por el hecho de que la AlcaldÃa de La Paz declaró a la salteña como patrimonio de ese municipio. "Se ocupan de nimiedades", dijeron, torcieron la nariz y se dedicaron a asuntos que, para ellos, son más importantes.
Puede ser que haya nimiedades que ocupen el tiempo de los columnistas, particularmente de quien escribe estas lÃneas, pero la gastronomÃa no es una de ellas.
Es por eso que la Unesco ha incluido en su lista del patrimonio cultural inmaterial a platos como el washoku, de Japón; el lavash, que aparece hasta en seis paÃses; o el mástique de QuÃos, Grecia.
El denominativo de "salteña" proviene del gentilicio de Salta y es republicano. Forma parte de la historia de esta empanada boliviana que, como se ve, tuvo su origen en PotosÃ.
Y su historia no es una nimiedad sino que, por su representatividad y tradición, merece formar parte de la oferta de una ciudad que, como PotosÃ, necesita del turismo para subsistir al margen de la minerÃa.
(*) Premio Nacional en Historia del Periodismo
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