Sábado 22 de julio de 2017
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Los parlamentarios y quienes componen la Asamblea Legislativa Departamental, en cumplimiento del ArtÃculo 369 de la Constitución PolÃtica del Estado, tienen la obligación de que nuestra actividad minera sea reconducida con absoluta responsabilidad y adecuado criterio profesional.
Esa labor es necesaria porque Oruro cuenta con centros gravitantes como actores productivos de la industria mineralógica que no pueden quedar inadvertidos si al interior de sus cavidades guardan recursos de carácter estratégico para el paÃs.
En ese propósito, no se puede dejar pasar o ignorar que la Empresa Minera San José, como asà se la conoce, debe ser reactivada porque sus entrañas contienen plomo, plata, zinc, estaño y oro, de acuerdo a un estudio de factibilidad, donde se demuestra que es un centro, cuyo subsuelo tiene sustancias minerales útiles.
No en vano, todavÃa es conceptuada como una de las primeras para el enlace de una sucesión de hechos traducidos en el proceso de producción debido al esfuerzo de sus trabajadores en cuanto a explotación se refiere.
Sabemos que por efecto de la capitalización, junto a otras empresas, fue cerrada en 1993, lo cual, con el tiempo, permitiera su caÃda en manos ajenas al rubro especÃfico con graves consecuencias que todavÃa hacen vislumbrar un futuro nada óptimo para los próximos años.