En épocas de mi estudio partiendo desde mi formación primaria, secundaria y mi estudio superior (Escuela normal superior) recuerdo que en cada etapa de mi formación mis compañeros y compañeras efectuaban juicio a la educación, en el que se argumentó hasta el hartazgo (aburrimiento) sobre las prácticas áulicas tradicionales de la educación, lo sobresaliente de toda mi rememoración fue que mis compañeros/as cuando un docente no venía a clases era una alegría, el buen docente era el permisivo, el que llegaba a medio periodo o sea no le interesaba nuestro aprendizaje, mientras que el educador exigente puntual y responsable era considerado malo ,cualquier interrupción en clases era aplaudida o festejada; ahora -en el presente- por casualidad me encuentro con un compañero quien dijo "ahora que egrese de la normal no sé nada de educación.
El discente en la actualidad se ubica en un extremo despeñado por que la mayor parte de los estudiantes están lejos de autocriticarse, mas al contrario están dentro de la ley del menor esfuerzo muy conocido como Gerga (caos), sin embargo todo esto es a consecuencia de la no perseverancia, de la dejadez y la apatía aunque la mayoría de los estudiantes son apegados a la notas.
Desde un punto de vista personal en base a la realidad, genuinidad casi en su totalidad de los y las estudiantes me atrevo a decir el 85 % específicamente se interesan en sus notas y no en su aprovechamiento o adquisición de nuevos conocimientos. Los que se fijan en sus calificaciones son Corchos (se lleva bien con el docente para tener buena nota, estudia para quedar bien) su intrascendente esfuerzo es por su nota y no para superarse. En nuestra actualidad se sigue premiando a los que tienen mejores notas, considerado MEJOR Alumno, esta rutina conductista, tradicionalista fortalece al estudiante enclaustrarse solamente en sus calificaciones y no en su superación.
El estudiante y el estudioso
Según Barnadas, todos pertenecen a la categoría de estudiante pero pocos son los estudiosos que por iniciativa propia adelantan temas, investigan, siempre piensan la coyuntura de la sociedad contextual y su realidad, son extrovertidos con las conceptualizaciones que dictan los educadores, mientras el estudioso nunca deja de estudiar, investigar, piensa al igual que Martí: "pensar es servir" lo que todos deberíamos pensar.
¿Los grandes personajes sobresalientes de la historia fueron buenos alumnos?
Isaac Newton: quien descubrió la ley de la gravedad e inventó el telescopio, era un estudiante mediocre cuando era niño.
Albert Einstein: autor de la teoría de la relatividad, reprobó dos veces consecutivas en los exámenes de ingreso a la universidad.
Elizardo Pérez: no tenía la fama de ser buen estudiante cuando estudiaba en la Normal de Sucre, a él no le interesaron sus calificaciones, mas al contrario se dedicó a la fundación de la escuela “Ayllu” y en el presente su experiencia es valiosa y una buena oportunidad para el futuro de la educación.
Los prototipos son muchos, pero para Paulo Freire el buen alumno es aquel que piensa críticamente.
Para epilogar, en síntesis: sirve, piensa, siente, hazlo y comparte de manera reciproca para vivir bien.
(*) Profesor
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.