En el último tiempo aparecen en la palestra pública algunos hechos que nos llevan a reconocer sin muchas dudas, que los servicios de salud que se ofrece a la comunidad no son los mejores, tampoco se puede afirmar que sean absolutamente malos, ni los públicos, los del seguro y los privados, dependiendo a donde debe acudir un paciente que requiera observación médica.
En el ejemplo superior y en cuestión de meses, el Primer Mandatario viajó a Cuba para recibir atención médica y ser operado por especialistas, el resultado fue óptimo y nuestro Gobernante retomó sus funciones sin mayores problemas. Ahora último, el hombre fuerte del manejo financiero nacional, pidió permiso para trasladarse al Brasil y someterse a exámenes y un tratamiento de su deteriorada salud, esperándose buenos resultados de ese proceso a cargo de especialistas.
Otras personas que tienen posibilidades económicas también optan por viajar al exterior, hay varios destinos con buenas ofertas para atención médica, en todo caso dependiendo de las circunstancias y los presupuestos disponibles, lo que por supuesto está fuera del alcance de la mayorÃa ciudadana que debe conformarse con la atención que le ofrecen los galenos de los servicios públicos, del seguro social y cajas empresariales o en el mejor de los casos las clÃnicas privadas. En esta última instancia, la opción también es económica.
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En este modelo en se pregonan los esquemas "socializantes", no es tan cierto que los servicios de salud sean iguales o por lo menos parecidos para todos, no es cierto, los ciudadanos están divididos en categorÃas de primera y hacia abajo, los más beneficiados pueden acceder a servicios médicos del exterior, los demás en función a sus posibilidades y un poco más en materia de suerte, tiempo y oportunidad, recibiendo atención de destacados galenos en el paÃs y en cada ciudad, que hacen lo que pueden para salvar las deficiencias de equipamiento apropiado en los centros médicos y los hospitales en general.
De acuerdo a las apreciaciones de polÃticos e implÃcitamente entre estos, de la oposición y del oficialismo, la salud es un tema que sirve de "estandarte de batalla", pero en los hechos no ha recibido el apoyo financiero necesario para estar en niveles más óptimos de los que se encuentra actualmente la salud pública con un déficit de hospitales de 4to nivel, han aumentado algunos de 3er y 2do nivel, pero en la observación no compiten en número con la cantidad de canchas de fútbol que han recibido una mejor tajada presupuestaria, justificando aquello de que hacer deporte es saludable, cierto, pero nunca comparable con una adecuada infraestructura hospitalaria a la que acudan centenares de ciudadanos necesitados de atención médica, preventiva, curativa o de emergencia y la entrega de los medicamentos necesarios.
Pero no todo el problema es solucionado con algunos hospitales más, lo que falta es que los actuales centros médicos sean convenientemente implementados, con equipos e instrumental moderno, pero además con el suficiente número de profesionales y entre estos buen porcentaje de especialistas que son requeridos en todos los servicios médicos cuya administración es optimizada.
A propósito de mejorar las condiciones de servicio en los centros médicos, algo que debe cambiarse cuanto antes, es el sistema de distribución de fichas, algo realmente inhumano, atentatorio a la salud, una muestra desconsiderada de atención y al mismo tiempo falta de capacidad e ingenio, para cambiar este anacrónico sistema de atender a ciudadanos que buscan alivio y no malestares.
Fuente: LA PATRIA