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Domingo 16 de julio de 2017

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Cultural El Duende

Los beatniks: Visiones divinas

16 jul 2017

El término "Beatnik" fue acuñado en 1958 por el periodista estadounidense Herb Caen con el fin de parodiar a la generación "beat" inmediatamente después de la aparición de la novela-manifiesto "En el camino" de Jack Kerouac. En esta oportunidad, el escritor y periodista peruano, Pedro Casusol, además miembro de la European Beat Studies Network, refiere los periplos que los poetas de este movimiento vivieron en Latinoamérica (Tomado de Vallejo & co)

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Primera de tres partes

Los beatniks estaban de moda y Allen Ginsberg, el profeta de esta generación de jóvenes desaliñados, barbudos y locos, se paseaba por el centro de Lima comprando éter en las farmacias. Sucedía hace más de cincuenta años, durante el viaje por Sudamérica en el que el poeta recorrió Chile, Argentina y Bolivia, para llegar a Perú en la parte trasera de un camión hacinado de indios(1).

Ginsberg era entonces el portavoz de la conciencia del mundo: precursor de los hippies, militante homosexual cuando no existía el Gay Power, risueño voluntario de los primeros experimentos con LSD, droga que más tarde provocaría la explosión psicodélica de San Francisco. Su misión era replicar la experiencia de su amigo William S. Burroughs, quien siete años antes había visitado Colombia y Perú en busca del Ayahuasca, mítica planta que sirve de puente entre este mundo y los dioses.

Lo primero que hizo al llegar fue tomar un tren a Cusco, ciudad que le sorprendió por su antigüedad. Ansioso por conocer las ruinas incas partió a Machu Picchu, donde un vigilante le ofreció sitio en su casa. Así pudo concretar una semana en la montaña. Desde ahí le escribió a su novio, Peter, describiendo los acantilados y nevados de la cordillera de los Andes. El 6 de mayo, tras dos días y dos noches viajando en un bus, llegó por fin a Lima invitado por el escritor Sebastián Salazar Bondy(2), a quien había conocido en Chile.

***

Por aquellos días, un estudiante de la Católica recibía en el aeropuerto de Tingo María un azaroso encargo(3). Jorge Capriata tenía que entregar una botella de whisky Dimple repleta de Ayahuasca. Su destinatario era nada menos que el poeta Allen Ginsberg, quien acababa de publicar Howl, poema que le había costado un juicio por obscenidad, y escrito Kaddish, larga letanía de amor a su madre, Naomi, que había muerto en un psiquiátrico pocos años atrás. Lo logró ubicar gracias a los buenos auspicios de Juan Mejía Baca, gestor cultural de la época, cuya librería era punto de encuentro de los intelectuales.

Fue en la cálida y diminuta sala del Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), en la calle Ocoña, donde se presentó Ginsberg el 12 de mayo de 1960. Carlos Eduardo Zavaleta lo recordaba "barbudo, bajo, de voz gritona y ojos humosos"(4), mientras Capriata lo describe "con voz llana y sin afectación" mientras recitaba The Red Wheelbarrow, de William C. Williams(5). Acabada la presentación, Capriata cumplió con entregar la botella, cubierta por una bolsa de papel.

El diario conservador La Prensa, a través de su suplemento dominical, comentó que Ginsberg "fue rodeado por poetas de avanzada, snobs y otros ejemplares de la misma fauna"(6) y reproducía un diálogo ocurrido en casa de la agregada cultural norteamericana, Marcia Koth, donde se celebró una reunión:

-¿Qué es lo que buscan usted y los escritores beatniks?

-Mi meta es Dios.

-¿Por qué viste blue jean?

-Porque no tengo otra cosa que ponerme.

-¿Piensa casarse?

-Jamás. Prefiero a los muchachos.

-Los poetas beatniks suelen tomar drogas para componer o recitar sus poemas. ¿Lo ha hecho usted en Lima?

-Antes de recitar me dopé con bencedrina. Me han hablado de una bebida llamada Shushuhuasi que tiene propiedades afrodisiacas. Quisiera beberla en Lima(7).

***

Después del recital, Capriata no pudo intercambiar muchas palabras con Ginsberg, así que se citaron en el Hotel Comercio. Pero el día convenido lo encontró en cama. El gringo había desarrollado un cuadro de hemorroides a su paso por los Andes. La leyenda cuenta que inició el recital del IAC comentando: "Acabo de llegar del hospital donde me he ido a quemar las almorranas, porque soy maricón"(8).

En Dharma Lion, biografía autorizada de Ginsberg, Michael Schumacher confirma que adquirió el mal a causa de las precarias condiciones de servicios higiénicos en las zonas altoandinas, aunque en un poema llamado Sphincter menciona una "operación de fisura en Bolivia"(9). De cualquier forma, Capriata lo encontró convaleciente y Ginsberg no vaciló en contarle su primera experiencia con el brebaje amazónico.

Había sucedido pocos días antes en esa misma habitación. Capriata refiere: "Me relató cómo, en sus alucinaciones, aquellos adornos de Palacio de Gobierno se habían convertido en gárgolas gigantes que se asomaban a su balcón, mientras se contemplaba a sí mismo, yaciente, y a la vez flotando alrededor del camastro del hotel"(10).

Después de un rato decidieron bajar al bar Cordano, que quedaba a pocos metros del Hotel. Al salir, Capriata y el gringo tuvieron una visión: un hombre melancólico, como salido de ninguna parte, caminaba bajo la sombra de la Estación Desamparados.

Era Martín Adán(11).

-Don Rafael -lo llamó el joven Capriata.

Entonces sucedió algo extraño: por el sombrero de Martín Adán deambulaba una araña. Al instante, Capriata le advirtió del huésped que traía y el legendario poeta peruano no tuvo mejor idea que pisar al insecto. Suficiente para escandalizar a un budista como Ginsberg. Aun así, él lo invitó al bar y el autor de La casa de cartón aceptó tomarse "una copita". Pero no congeniaron. Martín Adán, que solo conocía al beatnik por sus escándalos, no tuvo ningún reparo en preguntarle:

-¿Por qué escribe usted porquerías?(12)

Michael Schumacher. "Dharma Lion. A Critical Biography of Allen Ginsberg". New York: St. Martin´s Press, 1992. p. 324.

Sebastián Salazar Bondy (Lima, 1924 - 1965). Importante intelectual peruano. Fue escritor, poeta, crítico, periodista y dramaturgo. Se consolidó como un destacado personaje de la escena artística limeña a mediados del siglo XX, cuando fue director del Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) de Lima. Fue el responsable de que Allen Ginsberg llegara a la capital peruana en mayo de 1960, ya que ambos se conocieron en el Encuentro de Escritores Americanos llevado a cabo en la Universidad de Concepción (Chile).

El encargo fue realizado por el escritor y naturalista estadounidense Peter Matthiessen, quien regresaba de hacer una larga investigación en la selva peruana y sabía del profundo interés de Allen Ginsberg por el Ayahuasca. Previendo que no tendría tiempo de buscarlo en Lima, le pidió al Jorge Capriata que hiciera entrega de la pócima por él.

Zavaleta, Carlos E. "La visita de Ginsberg a Lima". Revista Hueso Húmero. Vol  32. Lima. Diciembre, 1995. P. 75.

Capriata, Jorge. "Dos encuentros con Allen Ginsberg".Revista Hueso Húmero. Vol. 32. Diciembre, 1995. p. 68.

"7 días del Perú y el mundo". La Prensa. Suplemento dominical, Nº 99. Lima, 15 de mayo de 1960.

Ídem

Entrevista a Raquel Jodorowsky. Lima, invierno de 2011.

Ginsberg, Allen. Cosmopolitan Greeting. New York: Harper Collins, 1994. p. 8.

Capriata, Jorge. "Dos encuentros con Allen Ginsberg". Revista Hueso Húmero. Vol. 32. Diciembre, 1995. p. 68.

Martín Adán. Lima, 1908-1985). Seudónimo de Rafael de la Fuente Benavides. Fue uno de los más destacados poetas vanguardistas peruanos, conocido especialmente por su primer libro "La casa de cartón", publicado en 1928. Fue ingresado en varias oportunidades a clínicas psiquiátricas debido a problemas con el alcohol.

Capriata, Jorge. "Dos encuentros con Allen Ginsberg".Revista Hueso Húmero. Vol. 32. Diciembre, 1995. p. 69.

Continuará

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