La niñez orureña y el riesgo de perder el cuidado familiar

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Definitivamente las niñas, niños y adolescentes en el mundo entero siguen siendo una de las poblaciones más vulnerables a sufrir algún tipo de violencia, desde los ataques en Medio Oriente hasta los infanticidios que se registran en Bolivia, todas estas son muestra clara de que la irresponsabilidad o maldad se apodera cada vez más de los adultos.

Dentro del maltrato infantil en sus diferentes facetas, se encuentra la irresponsabilidad de los progenitores, misma que incide en la pérdida del cuidado familiar, y la gravedad de esta es entendida a partir de la importancia de la familia como el mejor espacio para el desarrollo integral de niñas y niños, por lo que el abandono o desprotección es perjudicial para el bienestar y desarrollo infantil.

Aldeas Infantiles SOS Bolivia junto a la Universidad Católica Boliviana San Pablo a través de su Instituto de Investigaciones en Ciencias del Comportamiento (IICC) presentaron recientemente el estudio denominado "Cada Niño y Niña Cuenta: Situación de derechos de los niños y niñas que perdieron el cuidado familiar o están en riesgo de perderlo", cuyo análisis se centra en información sobre factores de protección y riesgo en las ciudades capitales; en Oruro 57.041 niños y niñas se encuentran en riesgo de perder el cuidado familiar, de los cuales 8.482 ya han perdido el cuidado de sus padres y viven con algún otro familiar.

El estudio muestra que en Oruro, de las 152.061 familias, según el censo del 2012, el 38% son migrantes del área rural, y el 75% de las mismas cuentan con ambos padres, el 21% son monoparentales y el 4% son familias reconstituidas, este último se refiere a niñas y niños que viven con su padre o su madre y con un padrastro o madrastra; el hecho que las niñas y niños vivan solamente con uno de los padres o en familias ensambladas se considera un factor de riesgo de pérdida del cuidado parental por la sobrecarga de responsabilidad para un solo cuidador o por la relación que se genere entre el padrastro o madrastra con los niños, que puede derivar en violencia psicológica, física y sexual.

La planificación familiar se constituye un elemento principal al momento de hablar de calidad en la familia, en Oruro el 55% de ellas no fueron planificadas, el 24% parcialmente planificadas, y el 21% sí fueron planificadas, los cuales están relacionados a condiciones de inequidad por razones de género, la ausencia de conocimiento o prejuicios sobre uso de métodos de planificación familiar; en Oruro el 51% de las familias tienen de uno a dos hijos, 40% de tres a cuatro hijos, y el 9% tiene más de cinco hijos.

Otro aspecto que define la itinerancia de las familias en riesgo social es el acceso a la vivienda, y en la ciudad de Oruro el 51% cuenta con casa propia, el 29% vive en casas alquiladas, el 7% son cuidadores y el 12% en otro tipo de modalidad, a estos últimos datos se puede atribuir el tipo de trabajo de los padres o madres de familia, ya que el 29% de los padres o madres tienen trabajo informal permanente, el 13% tienen trabajo formal permanente, el 30% cuentan con un trabajo informal inconstante, el 4% tienen trabajo formal inconstante, y el 24% se dedica exclusivamente a las labores de casa, motivo por el que los ingresos económicos son constantes pero no cubren todas las necesidades básicas y mucho menos les permiten ahorrar algo. El nivel de educación juega un rol importante para los datos anteriores, ya que en Oruro la mayor parte de los padres de familia solamente cursó el nivel primario, y una parte reducida logró acceder a una carrera universitaria.

En estas familias el 54% sufre violencia psicológica, vinculada con la calidad de la comunicación, y el trato entre padres e hijos o entre padres; 22% de las familias sufren violencia física, afectando la integridad principalmente de las madres. Hijas e hijos; y un 25% sufre violencia económica.

"Cada Niño y Niña Cuenta: Situación de derechos de los niños y niñas que perdieron el cuidado familiar o están en riesgo de perderlo", es el estudio que propone un Índice de Protección en la Familia (IPIF) el cual permite predecir y prevenir la ruptura del cuidado parental, en Oruro alrededor de 135.773 niñas y niños viven en familias con las condiciones adecuadas en cuanto a protección se refiere y 57.041 viven en riesgo de perder el cuidado familiar.

Estos datos instan a las autoridades municipales, departamentales y nacionales a implementar programas de fortalecimiento familiar con estrategias que eviten la institucionalización dirigidos a familias en crisis o en alto riesgo social.

FUENTE: Estudio "Cada Niño y Niña Cuenta: Situación de derechos de los niños y niñas que perdieron el cuidado familiar o están en riesgo de perderlo", elaborado por Aldeas Infantiles SOS Bolivia junto a la Universidad Católica Boliviana San Pablo

Fuente: LA PATRIA