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Sábado 15 de julio de 2017

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Revista Tu Espacio

Así es la Alta Tierra de los Urus

Oruro melancólico

15 jul 2017

Fuente: LA PATRIA

Por: Dehymar Antezana - Exclusivo para Tu espacio Periodista

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Una chamarra en el cuerpo, una bufanda en el cuello, unos guantes en la mano y listo. Salir a caminar de noche en este gélido invierno es reconfortante por la Alta Tierra de los Urus. La brisa nocturna y helada golpea las mejillas sin cesar, los huesos se crispan entre sí anunciando que el invierno está en su máximo esplendor.

Pero, el recorrido no podría ser perfecto sin pasear por los lugares emblemáticos de Oruro. Ahí está el casco del minero, remozado y atractivo, sin importar la hora, las cuatro plagas, sapo, hormigas, lagarto y víbora nos lleva a soltar rienda suelta a nuestra imaginación que nos transportan a aquella mágica historia, cuando la ?usta, la Virgen del Socavón logra vencerlas para liberar al pueblo Uru del semidios Huari.

Luego es preciso hacer una parada en Alto Oruro para dar una mirada a la parte Este de la ciudad, con la luna imponente que alumbra la noche oscura. El frío aumenta en intensidad, pero nada detiene el paso para seguir caminando, esta vez por el parque Abaroa, aunque las luces de neón ofuscan la mirada, hacia el Sur se vislumbra magnífico el Faro del Conchupata, monumento nacional, ahora descuidado, erigido durante el Gobierno de Manuel Isidoro Belzu.

Las luces blancas le dan vida, ausente la Tricolor Nacional, cuyo emblema flameó orgullosa aquel 7 de noviembre de 1851. Pararse allí para observar la ciudad a esa hora de la noche congela el cuerpo, pero no así el alma que se siente satisfecha ante insólito panorama.

Ahora es necesario ir hacia el Oeste, si bien nos encontraremos con las puertas cerradas por lo menos observaremos el frontis de la casa de nuestra Madre, la Virgen del Socavón. Allí está el Santuario que durante la época del Carnaval de Oruro, está abarrotada de creyentes y fieles que piden su perdón por las fallas y bendiciones por los milagros recibidos.

Unos pasos hacia el Norte está el cementado tobogán y en la cima una Cruz, cuyo origen es del siglo pasado. Finalmente, antes que la baja temperatura se encargue de entumecer el organismo, una mirada violenta a una pequeña fuente que alegra el iris del ojo con sus formas elaboradas mediante los colores de las luces que se irradian con movimientos erráticos de las gotas de agua. Allí están los querubines como testigos sin habla de la escena en la plazuela Ladislao Cabrera. Un paseo raudo, pero maravilloso de estar en varios sitios de la Alta Tierra de los Urus.

Fuente: LA PATRIA
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