Jueves 13 de julio de 2017
ver hoy
La mayorÃa de la población boliviana recibió con beneplácito la decisión del Presidente Evo Morales de devolver a su paÃs a los carabineros chilenos detenidos cerca de la frontera.
Y es que la decisión fue atinada, humanitaria y, sobre todo, un buen golpe diplomático en la accidentada relación bilateral con Chile de los últimos años.
Sólo quienes tienen interés manifiesto en perjudicar la imagen del jefe de Estado protestaron por la injerencia en la justicia que representó tal decisión. Y es que, beneplácito aparte, hay que aceptar nomás que, de haberse aplicado la ley, lo correcto era que los carabineros hayan sido puestos a disposición de la justicia ordinaria para que su caso siga el trámite respectivo.
Que el Presidente lo haya evitado se ve, por lo menos en teorÃa, como una abierta injerencia del Ã?rgano Ejecutivo sobre el Judicial. Sin embargo, los puristas en materia judicial tendrÃan que recordar que la doctrina incluye a dos figuras, la amnistÃa y el indulto, como vÃas rápidas al perdón de los delitos. Se trata de dos facultades que las legislaciones conceden al Poder Ejecutivo o al Legislativo. La primera opera antes del juicio, como serÃa el caso de los carabineros, y la segunda cuando ya existe una pena.
Si se toma en cuenta el interés superior, que es el que debe primar siempre en materia judicial, existÃan abundantes razones, muchas, incluso, de Estado, para que proceda la amnistÃa que determinó el Presidente al decidir que los carabineros sean devueltos a su paÃs.
Algunos dirán que fue un golpe de efecto, y tendrán razón, pero deberán admitir que fue muy bueno.