El autoconocimiento en las mujeres

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El autoconocimiento se refiere a conocerse a uno mismo, desde los diferentes planos que componen la vida de un ser humano, por lo que podemos hacerlo desde lo espiritual, mental o físico.

El conocerse a uno mismo desde el plano psicológico, emocional o espiritual nos lleva a la mejora de la autoestima, pues nadie más que nosotros puede saber lo que ocurre en nuestro interior, lo que pensamos o sentimos, por eso se nos alienta a practicar meditación, o ir con un profesional que nos oriente y nos colabore para conseguir una mejor calidad de vida.

Pero cuando hablamos de autoconocimiento en el plano físico, por lo general se manifiestan muchos temas tabú, y son los médicos los destinados a aclararnos el panorama, sin embargo, ellos no involucrarán emociones o sentimientos y nos explicarán todo de una manera muy didáctica pero quizás bastante alejada de la realidad.

Desde tiempos inmemoriales se alienta a los hombres a explorar, su entorno, su interior e incluso más allá de su mundo, pero a las mujeres se las reprimió mucho, sobre todo en el plano de la sexualidad, se la asoció a lo pecaminoso y a la suciedad, por lo que muchas féminas en lugar de mirarse a sí mismas con respeto lo hacen con recelo y hasta con asco.

"Vivir en un mundo de censura, donde una no puede expresar lo que siente, lo que quiere, o que su sexualidad ha sido totalmente invisibilizada totalmente o llevada solamente al plano de la reproducción y nada del placer es como muy triste, y es la realidad del mundo en el que vivimos", dijo Sánchez.

En un mundo donde impera el machismo y donde el disfrute de los hombres es permitido pero no el de ellas, el hacer talleres acerca del autoconocimiento para ella tiene varios propósitos y diferentes aristas, "por un lado es empoderar a las mujeres, de tener la libertad de sentir, de expresar, de manifestar en primer lugar desde el encuentro con otras mujeres, compartir experiencias me parece magnífico, y por otro lado, me parece como una postura de organización, el decir hagamos círculos entre nosotras, no estamos locas, no somos histéricas, somos mujeres que tienen sensaciones, necesidades que los hombres han invisibilizado por mucho tiempo", expresó y agregó que a veces nosotras mismas nos ponemos esquemas, nos limitamos, nos atacamos unas a otras y la tarea está en revertir esa situación.

Antiguamente las mujeres no conocían ni el 50 por ciento de su anatomía y las funciones que realizan los órganos, sin ir lejos, el tema de la menstruación, era para muchas un evento muy traumático, porque no sabían lo que estaba ocurriendo con su cuerpo y pensaban que se habían herido de alguna manera, además que en algunas sociedades inclusive se ve la sangre que llega con el periodo menstrual como algo sucio y que convierte a la mujer en un ser indigno e impuro, por lo que se llega a aislarlas desde niñas hasta que pase la etapa del sangrado.

La ginecología fue desarrollada por hombres en primera instancia, ellos eran los descubridores de las funciones y partes que componen el sistema reproductor femenino, y esos hallazgos implicaban mucha violencia para las esclavas africanas.

En muchas regiones del África se mutila la parte genital de las mujeres para que no sientan placer, porque los hombres ven mal que lo hagan, y con ese afán las someten a una verdadera tortura y hasta ponen en peligro sus vidas por la forma en que llevan a cabo la ablación, pues se hace de una manera muy precaria, y aun así pretenden que ellas tengan hijos, sin tomar en cuenta lo doloroso que eso pudiera ser.

Un tema que comienza a ponerse de moda, al menos dentro de la sociedad boliviana, es precisamente la eyaculación femenina, la cual era ignota hasta hace poco, porque tiene que ver con glándulas que también son desconocidas por la mayoría de las mujeres.

El autoconocerse a través de la masturbación y su consiguiente resultado, produce oxitocina, que es la hormona de la felicidad, lo cual significa un beneficio para la salud de las féminas, otra de las gracias de su práctica es la autonomía, es decir, que una puede decidir.

"Cuando una no conoce no puede decidir, cuando una no sabe cómo cuidarse de no embarazarse se embaraza, cuando una no sabe que puede sentir placer no lo siente, cuando una empieza a conocer su cuerpo y a saber qué posibilidades tiene, creo que va siendo más libre cada vez y ese empoderamiento pienso que genera mujeres más felices, mujeres libres de expresarse, de sentir y de crear

vínculos que no se basen en la dependencia", según Manuela Sánchez.

La masturbación, sea en hombres o en mujeres, la Iglesia Católica la ve como pecaminosa, la rechaza de plano porque considera que significa alentar al egocentrismo, a la idolatría de propio cuerpo, al culto de lo físico sobre lo espiritual, sin embargo, en este mundo no puede existir el uno sin el otro, pues el cuerpo es como el templo donde habita el alma.

Para Sánchez desde tiempos remotos se enseñó a las mujeres a sacrificarse por el otro y a dar más importancia a los demás antes que a sí misma, "siempre estar al servicio y disposición de alguien más, y cualquier acto que sea para ti misma, te ven como egoísta, insensible, y a mí me parece que esto es una construcción como de opresión hacia nosotras", pero para ella el preocuparse por una misma no es malo, sin caer en la vanidad.

Muchos de los procesos están asociados a lo ritual y a lo religioso, pero según Sánchez, la ritualidad parte del plano físico y va ligada a ambos planos el físico y el espiritual, no obstante, considera que se deben ir rompiendo barreras y limitaciones, que muchas veces vienen impuestas por la Iglesia o las religiones.

"Valorarse una misma y tener ese amor propio sobre todo, y nunca convencerse de lo que te dicen, sino buscar en tu interior lo que sientes y lo que realmente les hace sentir a gusto y en cuanto a conocimiento, conceptos o teorías no dar por sentado que porque el médico lo dijo es así, o porque la pareja lo dijo es así, sino siempre cuestionarlo y crear conocimiento desde una misma, leyendo y sintiendo, experimentando", es el mensaje de Manuela Sánchez para las mujeres.

Y es que personas como Sigmund Freud, declarado enemigo de una de las partes más sensibles de la mujer dio recetas y publicó teorías que llevaron a muchas a avergonzarse por experimentar ciertas sensaciones y a reprocharse a sí mismas por sentirlas, es más, el psicólogo hablaba de la envidia de las mujeres por cierta parte de la anatomía masculina, que nunca fue tal, salvo quizás contadas excepciones.

Sin embargo, más allá de lo pecaminoso que pueda sonar, las mujeres deben explorar y conocer su propio cuerpo y sus funciones, inclusive a modo de proteger su propia salud física, mental, emocional y espiritual.