Martes 04 de julio de 2017
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Causa un profundo arrebato que el Presidente Evo Morales declarara como "mártires" a los nueve bolivianos detenidos por delitos de contrabando en Chile. Y se desató una polémica sobre el significado de aquella palabra. Neófitos, usuarios y líderes de la oposición, se manifestaron sobre la determinación del Ejecutivo de calificarlos de esa forma.
Ellos no entienden de temas de comercio exterior, ya lo han demostrado de manera pública ¿y de qué temas entienden si son solamente el MAS del otro lado de la frontera política, que no de principios? Hablan por hablar. El asunto es mucho más complicado del que parece. Atendiendo a las normas aduaneras, ratificadas en las leyes por las que la Aduana ejerce sus competencias, los funcionarios solamente deben atender asuntos en los recintos aduaneros o en la carretera siempre por instrucción expresa, pero no dedicarse a la interdicción del contrabando, tarea que corresponde a órganos especializados como la Policía y el Ejército.
¿Héroes de qué guerras se trata si se entregaron de manera deshonrosa a los carabineros chilenos, los de un país que históricamente es nuestro enemigo? Era más decente que se resistan y mueran defendiendo nuestra soberanía y no planteando "acuerditos en los que reconocen supuestos delitos". Lo peor de todos ellos, los siete, es que se encontraban en zona geográfica indebida y lo han callado ante la complicidad de sus autoridades superiores. Lo que hizo Chile es ratificar su poder contra los intereses de Bolivia y cualquier defensa de estos sujetos es inmoral.
