Aunque en el nivel gubernamental y especialmente en la cartera de asuntos laborales se asegura que ha disminuido en alto porcentaje la desocupación vigente, los dirigentes sindicales coinciden con una serie de análisis al señalar que "evidentemente bajó el Ãndice de desempleo, pero el existente es poco estable".
Hay otros Ãndices, no menos preocupantes sobre las incidencias que confrontan los empleados regulares en sus fuentes laborales. Un informe realizado recientemente por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario, Cedla revela que seis de cada diez trabajadores reciben más carga laboral en un ambiente de menor estabilidad. Esa situación es reflejo de la precariedad del empleo en el paÃs, algo que sin ser causa de desempleo directo, es parte de la inseguridad en que se desenvuelve un alto porcentaje de asalariados, hombres y mujeres, en varios niveles ocupacionales.
En algunas empresas no se niega esa situación de "cierta sobrecarga" laboral, justificando el hecho en las necesidades de alcanzar objetivos para cumplir las obligaciones sociales, ante la eventualidad de algunos despidos obligados por la presión tributaria o cargas sociales aplicadas sin consenso con el empresariado.
La explicación de analistas enfatiza en el hecho de que una empresa, cualquiera sea esta, al elevar sus costos de producción, debido a causales externas de la misma, ve en la reducción de mano de obra, la única forma de equilibrar sus gastos y mejorar su rendimiento, situación que se hace efectiva, aumentando la carga laboral entre los empleados que quedan y que por supuesto no tienen alternativas medias para contraponerse a esa situación, a riesgo de convertirse en un número más en la lista de los cesantes.
Este proceso de sobrecarga laboral en algunas empresas que confrontan problemas, es una solución a la crisis vigente que a su vez es producto de otros factores, como la competencia del contrabando y la disminución productiva y las ventas, lo que induce a empresarios y trabajadores admitir periodos de horas extras para sobrellevar las dificultades y mantener cierto ritmo operativo para salvar la economÃa de la empresa y la fuente de empleo.
Otros datos revelan que de manera generalizada, la incertidumbre laboral no es una amenaza reciente a la seguridad de empleo, el problema se arrastra desde gestiones pasadas y se agravó desde la aplicación de cargas extraordinarias, como el doble aguinaldo, presión tributaria y falta de polÃticas que erradiquen el contrabando, el comercio masivo de productos chinos y ropa usada, elementos que son un abierto atentado a la seguridad laboral.
La calidad de empleo en nuestro paÃs está en lÃmites de riesgo, con relación a otros paÃses de la región, debido principalmente a la falta de polÃticas de previsión que fueron desaprovechadas en periodos en que algunas empresas públicas y privadas lograron captar mayores ingresos, pero en el caso del sector privado no suficientes para enfrentar las cargas extraordinarias, de ahà que la situación laboral es realmente precaria.
Fuente: LA PATRIA
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