Hablemos sobre el sueño de un mundo nuevo

Empecemos diciendo que: por una sola vez observa tu rostro en el espejo, detrás de él vives tú, tu rostro viene a ser el espejo de tu interior, si tu rostro ya no tolera una sonrisa algo está mal detrás de él. Tu corazón está enfermo, un rostro frío proviene de un corazón frío, las personas con rostros avinagrados vuelven agria la vida.

Debes hacer que tu corazón esté sano, empieza a producir una sonrisa en donde te encuentres, trabajo, calle, oficina, mercado, en casa, simplemente porque debería ser así, no olvides de que el corazón transforma todo.

Somos sensibles, vulnerables, empecemos a comprender que existen lágrimas que quizá nadie puede consolar, no existe tristeza más grande que la existente en un corazón que quizá nadie comprende. Seamos suaves, comprensivos, tolerantes, demos lo mejor para comprender a las personas para ayudarlas. No seamos duros, eliminemos los obstáculos por más pequeños que sean por lo cual las personas puedan continuar andando y viviendo.

Hagamos que en nuestros tiempos nazca un mundo nuevo, sepamos que el nacimiento está vinculado al dolor, y a veces pasamos situaciones con mucho dolor, necesitamos personas que sepan en donde están las heridas, que conozcan la razón de los dolores que coloquen los dedos sobre las heridas en forma suave y certera a la vez.

La vida que nos pide, que simplemente seamos personas y que encontremos la felicidad en pequeñas cosas, con esta llave puedes ser un poco feliz y dar felicidad a los demás en cualquier tiempo, lugar, en sí en todo momento, simplemente vivir intensamente, ver el sol, sentir el aire, observar las flores, en las noches ver las estrellas, la luna, la obscuridad, mirar a tu pareja, a tus hijos, a los niños reír, jugar, cantar, bailar, hacer todas las cosas que te pueden hacer feliz, soñar, dejar jugar la fantasía, estar satisfecha.

La vida se convierte en una fiesta, pedirle a Dios que simplemente vivamos como �?l quiere, que seamos simplemente un hombre y una mujer normales, y descubrir que la felicidad no radica en el dinero, el lujo, la posesión. Principalmente encontremos una profunda seguridad interior, que seamos personas sencillas, personas maravillosas, donde emane una corriente de amor, no olvidemos que la vida en nuestro modesto entender significa estar agradecidos por la luz, el amor, por el calor, la ternura que se dan tan sencillamente en las personas y las cosas, no crearnos ser dueño (a) de nada y de nadie, no dejarnos desalentar que habrá un mañana mejor.

Si vives exclusivamente en la superficie, si sólo te interesa a ti o tu exterior, tu apariencia, tu aspecto, entonces comprenderás que tu felicidad cuelga de un péndulo, hoy feliz, mañana infeliz, hoy de buen humor mañana desesperado, ingresa dentro de ti, haz algo en tu interior, allí están los estados de ánimo y las fuerzas impulsoras que te confunden o te colman de felicidad.

Si en algún momento dispones de cinco minutos reflexiona a tu alrededor, apaga el televisor tu celular tu computadora, crea calma, serénate, colma el interior con silencio, con serenidad, paz, tranquilidad, no nos dejemos desalentar, convirtámonos en verdaderas y buenas personas, entonces la pequeña porción del mundo en la cual vives será una pequeña porción mejor con lo que realmente tú puedas aportar, y principalmente no nos alejemos de Dios porque no olvidemos que �?l es el verdadero camino, la verdad y la vida.

(*) Abogado y Profesora