Líderes mineros ejemplo de lucha

En estos últimos días ha fallecido uno de los ex dirigentes mineros, Filemón Escobar, fue dirigente de la Federación de Mineros, Central Obrera Boliviana, que en su vida sindical ha dado mucho por el movimiento obrero, campesino, ha aportado mucho a la vida democrática del país, junto con Simón Reyes han dirigido la Marcha por la Vida, el año 1986, a los trabajadores mineros y otros sectores laborales, evitando la masacre que podía darse en ese entonces. Fueron líderes con sentido analítico, crítico y reflexivo, solidario, con sus compañeros. Los anteriores dirigentes, la clase minera, fortalecida intelectualmente, con bastante formación política y filosófica, con una convicción que difícilmente se los podía corromper, como ahora está ocurriendo en las organizaciones sindicales de la clase trabajadora.

Hombres, mujeres consecuentes con sus principios, que con sacrificio de sus vidas, han aportado a democracia de nuestro país, de los derechos humanos, libertad de expresión y organización. Los dirigentes actuales de las organizaciones sindicales están orientando una lucha conformista, supeditados a la prebenda circunstancial, traicionando los intereses de los trabajadores de las ciudades y del campo, a mineros, fabriles, constructores, magisterio, estudiantes, indígena originario campesino. Nuestros dirigentes actuales deben revisar su conducta conservadora, pasiva ante los problemas laborales, mantener la independencia sindical, porque los trabajadores tienen diferentes credos, pensamientos, político e ideológicos, que merecen ser respetados.

Estos ex dirigentes obreros, perseguidos, torturados, exiliados, retirados de sus trabajos, por defender a la gente pobre, campesina, a sus hermanos de clase, eran ejemplo de lucha, por los intereses más sagrados del pueblo boliviano. Lucharon contra gobiernos dictatoriales, represores, que no respetaban la democracia, estos dirigentes mineros convocaban al debate, a las reuniones, a sus bases, afiliados, al pueblo para discutir sobre temas que interesaban al movimiento obrero, al pueblo, daban conferencias en las universidades, sobre temas políticos, sindicales, económicos, eran admirados por la sociedad, eran dirigentes de mucha fortaleza, frente a la persecución de la clase dominante que imperaba en esa época. Hoy hace falta esta clase de dirigentes, que no claudiquen en la lucha, como ejemplo recordamos a Irineo Pimentel, Isaac Camacho, José Escobar, Juan Lechín Oquendo, Simón Reyes, Filemón Escobar, Edgar Ramírez, y el ex dirigente campesino Genaro Flores y otros, algunos todavía en vida, esto significa que los trabajadores debemos rendirles homenaje, a estos valerosos luchadores sociales. La clase obrera minera fue y debe seguir siendo, la base de la fortaleza de la Central Obrera Boliviana, para la transformación social y económica del país.

Hoy, los dirigentes de la Central Obrera Boliviana, toman decisiones individuales y no colectivas, sin preguntar a sus organizaciones de base, cumpliendo doble rol, estar con el oficialismo y también con los trabajadores. Para recuperar la fuerza de esta organización sindical, que realmente defienda los intereses de la clase trabajadora en general, se hace una necesidad de seguir la línea política sindical de los ex dirigentes obreros, porque es una referencia moral de la COB, sin supeditarse a los gobiernos de turno, debe servir de orientación en todas las organizaciones sindicales, cívicas y sociales, buscando mejores condiciones de vida para el pueblo boliviano.

Los líderes obreros fieles a sus principios ideológicos, decían, primero los intereses de los trabajadores, después el interés personal, consultaban a sus afiliados en asambleas, discutían, debatían, después sacaban conclusiones y recién tomaban decisiones de carácter unitario. En cambio ahora se reúnen en forma aislada, sin tomar en cuenta a las bases y con decisiones unipersonales, beneficiando a un determinado grupo oportunista.

Los ex dirigentes mineros tenían capacidad negociadora con los gobiernos, sin traicionar a sus hermanos de clase, lucharon por sus ideales, para construir una sociedad con justicia y libertad, donde haya más igualdad, menos pobreza, mayor participación democrática. Por eso es una necesidad la revisión de la historia de las mujeres y hombres que han luchado por nuestra libertad y democracia, consecuentes con sus principios comunes, antes que personales.