Lunes 26 de junio de 2017
ver hoy
Aunque son varios años que están suspendidas las relaciones diplomáticas entre nuestro paÃs y el vecino de Chile, se ha mantenido vigente una serie de acciones que pueden interrumpirse por las claras razones de intercambio, especialmente comercial y del que obtiene más ventajas el paÃs que ostenta propiedad marÃtima, incluso de una franja soberana que fue mutilada a nuestra territorialidad.
Nuestro reclamo recurrente sobre la reintegración marÃtima, sigue siendo el objeto y fin de un derecho que nos asiste y por el cual se extreman todas las opciones posibles para su recuperación, en el marco de acciones diplomáticas que en más de un siglo han movido la conciencia fraternal de los ciudadanos chilenos, excepto de los dirigentes polÃticos conservadores que no ceden posiciones para entablar un diálogo abierto y fraterno que restituya nuestra salida al PacÃfico.
En el transcurrir del tiempo y recientemente por algunos problemas que han surgido en la intolerancia de ciertas autoridades chilenas con el caso de nueve detenidos bolivianos que trabajaban en su misión de erradicar el contrabando que, dicho sea de paso, proviene del paÃs vecino y afecta la economÃa boliviana, se ha generado un distanciamiento en ese ir y venir de opiniones, reclamos, denuncias y acciones más polÃticas que de gestión rutinaria, alterando los ánimos de la colectividad boliviana, al tratarse de represalias contra nuestro paÃs, en un caso que como otros pudo resolverse con gestiones directas, sin lastimar conciencias y perjudicar a un grupo de gente que cumplÃa sus deberes y cuyas familias han sido seriamente afectadas por los hechos que se han dado y concluyeron con un fallo a todas luces presionado y altamente parcializado.
Fuente: LA PATRIA