Es necesario resolver el problema viviente del Individuo y de la Sociedad. Es urgente saber si el individuo existe para la sociedad o si por el contrario, existe la sociedad para el individuo. Si el individuo existe para la sociedad será esclavo y habrá problemas de todo tipo. Empero, si la cuestión es diferente, si la sociedad existe para el individuo, éste será libre, y la sociedad, de hecho, siendo la extensión del individuo, éste será libre y feliz, y sólo así se podrá iniciar una nueva civilización, una nueva cultura.
Se ha vuelto habitual nuestra solidaridad con personas o grupos humanos afectado por alguna tragedia, problema, o enfermedad, o en todo caso, como señal de repulsión y rechazo hacia actos vandálicos, terroristas, guerras, injusticias sociales, destrucción medio ambiental etc.
Ya sea a nivel de Aldea Global, o Local, consideramos de gran importancia la Cooperación y Solidaridad, no sólo por aquello de la Caridad Cristiana y el Amor Universal, sino también por el deber de cada uno de nosotros para con nuestra sociedad; el deber de hacerla más justa, más humana, más consciente y por ende más libre. Debemos, pues, trabajar todos unidos por un mundo mejor...
Pero consideramos que, desgraciadamente, falta algo dentro de todo ese trabajo de la Acción Social Solidaria; no está completo.
Y no está completo porque, se podrán llenar nuestras solapas de lazos para solidarizarnos con algo o con alguien, podremos alzar nuestro puño y elevar nuestro grito para protestar por cualquier injusticia o desajuste social, podremos emplear esfuerzos, dinero e incluso vidas humanas para ayudar a los desvalidos, a los necesitados, a los hambrientos, a los heridos de guerra o atentados etc., pero, lamentablemente, aunque mejoren las cosas, al final seguirán igual: seguirá habiendo guerras, asesinatos, secuestros, atentados, hambre, desnudez, destrucción del medio ambiente, explotación del hombre por el hombre, pedofilia, proxenetismo, prostitución, drogadicción, narcotráfico y muchos etcéteras, porque el origen de todos estos males que aquejan al ser humano y a la sociedad, no están fuera sino dentro del hombre mismo, y en tanto no se corrija la causa, la enfermedad continuará; y aunque se gasten millones de esfuerzos y dinero, seguiremos teniendo todos los desequilibrios y males de la sociedad!
Esto no quiere decir que haya que dejar de ayudar a quienes lo necesitan, o dejar de elevar nuestra protesta por las injusticias o despropósitos sociales, o dejar de colaborar económicamente con las ONG, ¡no! Simplemente decimos que además de todo eso, que consideramos urgente y necesario, se necesita también comprender el momento crucial en que estamos viviendo y analizar más profundamente al ser humano, para comprender que si no cambia interiormente, no cambiará la sociedad, es decir, que si dentro de nosotros sigue viviendo el egoísmo y el orgullo que levanta fronteras físicas y humanas, la crueldad y el odio que destruyen la confraternidad y el amor entre los hombres y los pueblos y los lanza a la destrucción y a la guerra, el ansia de poder y de riqueza que destruye a la naturaleza y al hombre mismo, y en fin, todo aquello que nos hace inconscientes y abominables, pues, caeremos en un círculo vicioso que cada vez nos hundirá más en la degradación y destrucción.
Fuente: vopus.com
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