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Un año después� - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
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Jueves 22 de junio de 2017

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Ecológico Kiswara

Editorial

Un año después�

22 jun 2017

Fuente: LA PATRIA

Chaqueos en el lago Uru Uru asfixiaban la tierra y contaminaban las islas del lugar, además de causarle daño al ecosistema lacustre, desde esta columna llamamos la atención de las autoridades pertinentes para que tomaran cartas en el asunto y evitaran mayores desastres naturales, sin embargo, estamos a un año después y la quema de totorales no ha cesado y por supuesto por estas épocas aumentan.

El problema es que no se tienen políticas medioambientales para cuidar los ecosistemas del altiplano, del departamento de Oruro al menos, pues cuando se presenta un desastre de la magnitud que tuvo la muerte de 30 millones de peces en el lago Poopó a lo único que apelan es a rituales para pedir perdón a la Madre Tierra para que el agua retorne y la vida silvestre con ella.

Desde entonces nada se ha hecho por remediar la situación del lago, solamente se escucharon fanfarrias cuando llegaron las lluvias y en algo paliaron la tremenda sequía que se vivió meses atrás, es más, se levantó la veda que había y pescadores del lado norte señalaron que el ambiente era propicio para la pesa, sin embargo, los comunarios del lado sur del acuífero se quejaban que la sequía continuaba y su situación se hacía cada vez más insostenible.

Los orureños, bolivianos y extranjeros fuimos testigos de cómo el segundo lago más grande de la cuenca cerrada del Altiplano desapareció y en su lugar nacía un gran salar. Hoy por hoy, existe un 70 por ciento de la superficie con agua, sin embargo el volumen sólo llega al 15 por ciento, pues el nivel es tan bajo que se ha llenado de parihuanas, que se alimentan de algas y bacterias, pero no hay peces y patos como en otrora.

Ahora nos quedan dos caminos, o esperamos la generosidad de la Madre Tierra que con rituales y oraciones quiera brindarnos el privilegio de atraer las lluvias que llenarán los lagos, lagunas y otros acuíferos o se diseñan políticas que muestren acciones serias, destinadas a revertir esa trágica situación.

Algunas de las acciones que se pueden desarrollar son: que se eviten los chaqueos y la contaminación, que por lo contrario se ponga en marcha algún proyecto destinado a acopiar agua de la humedad del ambiente y más aún en época de lluvia.

Se tiene que analizar el comportamiento del clima y adaptar los ciclos de vida a los cambios que se están dando en la actualidad, para aprovecharlos al máximo, pues si la naturaleza no se puede adaptar a la humanidad, somos los hombres que debemos adaptarnos a ella.

Sólo son sugerencias, pero si las autoridades, quienes pueden gestionar recursos para echar a andar alguno de los planes propuestos, se ponen manos a la obra, otra será la realidad que se viva en las comunidades agobiadas ahora por la sequía.

Fuente: LA PATRIA
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