Tema portuario es cuestión de costos

Al margen de mantener inalterable y sin variación de ninguna especie el sentido cívico patriótico en pos de nuestra reivindicación marítima, y frente al permanente incumplimiento de Chile con el Tratado de 1904, que recomienda prioridad para Bolivia en el uso de los puertos chilenos, sin interferencias de ningún tipo, es que como suceden variadas alteraciones con graves e irreparables daños a nuestra economía, hay que pensar seriamente en el tema portuario, para dejar de seguir siendo dependientes del sistema portuario chileno.

En esa alternativa y hasta hace algunos meses, nuestro Gobierno insistía en la opción de utilizar Ilo en territorio peruano, donde además se hizo una concesión a favor de Bolivia, para que implemente una "zona libre" en la que pueda efectuar operaciones directas de transporte y recepción de carga, es decir movilizar todo el tráfico de importaciones y exportaciones que hasta ahora se producen en puertos del norte chileno, especialmente Arica y Antofagasta con un alto beneficio comercial para esos recintos portuarios.

Mientras tanto todavía insiste en Ilo como alternativa para mover la carga de y hacia Bolivia, aun sabiendo que el puerto peruano no está debidamente habilitado para atender un flujo posiblemente triplicado del que tiene actualmente. Bolivia ha participado incluso en licitaciones públicas para administrar ese puerto pero las condiciones no le han sido favorables, entonces hay que buscar otra opción.

Sin cerrar definitivamente la posibilidad de invertir en Ilo, nuestro Gobierno está ante una seria disyuntiva, asumiendo que el tema portuario para Bolivia tiene mucho que ver con costos financieros que saltan a la vista cuando surge la posibilidad de invertir en un programa portuario y en nuestro propio territorio.

Es el caso de Puerto Busch, incluyendo Ilo para el futuro próximo, Bolivia necesita 1.300 millones de dólares para crear infraestructuras necesarias y depender mucho menos de Chile. Es la idea y en el hecho más objetivo, expertos en la materia señalan que invertir en Puerto Busch significará un costo de 600 millones de dólares, y existe de momento una oferta crediticia de una empresa italiana para desarrollar ese proyecto, en tanto que impulsar societariamente la implementación de Ilo, significaría una inversión de 200 millones de $us, en tanto que el Gobierno peruano debería invertir 500 millones para la edificación de tres terminales portuarias que faciliten sus operaciones.

Actualmente se habría dispuesto un trabajo de estudio logístico y de infraestructura para cambiar el movimiento portuario en la zona norte de Chile, donde no hay iniciativas valederas para mejorar servicios que cada vez son peores y más caros, perjudicando las actividades de importadores y exportadores bolivianos, obligados a soportar la irresponsabilidad de funcionarios chilenos.

La actividad portuaria es sumamente importante para el movimiento económico nacional, por lo mismo, debe tratarse en esa dimensión si se toman en cuenta las posibilidades de encarar inversiones mayores, hay quienes dicen que la opción debe intentarse en Puerto Busch, sin dejar otras posibilidades.

Fuente: LA PATRIA