Proyectos pequeños para un país pequeño

“Small is Beautiful” es un adagio anglosajón.

Industrialicémonos nosotros mismos, poco a poco, con paso firme, ya perdimos 5 años, por un error de tratar de comenzar, confiando a foráneos, con un mal contrato, con promesas de inversiones de cifras astronómicas de 2.100 millones de dólares que ofrecía la Jindal para adjudicarse el 50% del cerro de Hierro del Mutún, y producir 1.7 millones de toneladas de acero. En el gobierno anterior hubo 5 empresas de hierro, que pujaban por el Mutún, ofreciendo una producción de 1.5 millones de toneladas de acero, con capitales de 600 millones de dólares. Entonces no se necesitan tan grandes inversiones, además lo que necesitamos primero es producir fierro de construcciones y aceros, para nuestras necesidades.

Esta minería del hierro es fácil y generaría dinero para construir o comprar dos hornos de reducción ($us. 15 millones de cada uno) y el segundo año o tercero producir hierro esponja para exportación (ya que es una actividad sencilla, teniendo gas natural); al mismo tiempo, de continuar vendiendo mineral de hierro, que es el mejor negocio minero del mundo. Con las ganancias el cuarto año, compraríamos hornos eléctricos para producir fierro de construcción y aceros, para nosotros y seguiríamos exportando mineral de hierro y construyendo la infraestructura y prepararnos para entrar poco a poco a explotar el hierro primario (roca dura) e incursionar en la explotación del manganeso, y producir acabados de acero y otras aleaciones, con manganeso, níquel, estaño, tungsteno y otros metales que tenemos.

No perdamos esta oportunidad, parece difícil, pero no lo es, si nos ponemos de acuerdo, gente ejecutiva, gente intelectual y de negocios, empresarios, el pueblo mismo, militares y policías, todos vamos a abrazarnos, meter las manos, sudar y pedir a Dios, que bendiga nuestro emprendimiento.

Tenemos el ejemplo del antiguo YPFB. La idea comenzó en la guerra del Chaco y con poquito dinero, sin grandes capitales, se formó la Empresa Nacional (YPFB), que llegó a abastecer el país de carburantes, constituyéndose en una empresa modelo, comparadas con las Latinoamericanas. Por hacerla más grande, se la capitalizó y se la destruyó; otro grande de nuestros errores; más aún, las transnacionales están drenando el gas de los mega campos y seremos uno de los primeros países sin gas. Pese a enmendar errores; continúan nuestros analistas, pensando que necesitamos grandes inversiones, ahora que hay grandes compromisos de exportación de gas a Brasil y a la Argentina, pero no se dan cuenta que con los pocos pozos, se están drenando los mega campos.

Entonces lo que corresponde es cuidar lo poco que nos queda del gas; que no alcanzará para reducir a hierro esponja de la costra enriquecida del mineral de hierro del Mutún. Grandes inversionistas ¿para que? En cualquier licitación por más buena que parezca, no beneficia al pueblo, ni a la nación. Ellos pueden variar los contratos a su conveniencia, con la venia de los gobernantes de turno.

Por ejemplo, pese a tener un contrato la Jindal en agosto 2009, entrega tres nuevos documentos: 1) Detalles de Inversión, 2) Tiempos y 3) Montos. Una vez estudiados por la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM), resultan insuficientes.

Hay demora en las inversiones, sólo se invirtieron 12 millones de los 600 millones de la supuesta erogación en los dos primeros años, o sea sólo 2% de lo comprometido. No paga derecho de explotación de 1 millón al año. No entrega póliza de garantía extendida por una compañía de seguros y reaseguros a favor de la ESM por 27 millones. No renovó las boletas de garantía a tiempo. El gobierno tiene el acta de recepción de las tierras, como prueba de la aceptación total. No tiene maquinaria para explotar el 70% de la producción que según contrato debe ser de roca solida primaria, debajo de la costra enriquecida, secundaria.

“En la última semana de Febrero 2010 la Jindal solicitó al gobierno del presidente Evo Morales, libere impuestos y gravámenes arancelarios, para importar maquinaria y equipos destinados a la Siderurgia; que el porcentaje de mineral primario y secundario, sea resuelto, después de ser beneficiado el hierro (no se entiende); también pidió que el gobierno cumpla con la concesión total de los terrenos aledaños al Mutún, además, Jindal para explotar el mineral, precisa la vía fluvial en excelentes condiciones de navegación.

Es decir, mejorar Puerto Busch y el dragado de un tramo del río Paraguay, con el objeto de dar seguridad a los navíos que trasladen la preciosa carga”, de folleto: “Bolivia instante, testimonio de la Historia”. Anteriormente Jindal dice: el gobierno no otorgó tierras, camino, gas y otros elementos contractuales; por ejemplo el gas industrial goza de la rebaja de 50%, del gas de exportación; la cantidad de gas a solicitarse por Jindal, gozaría de una rebaja, de 300 millones; ellos ofrecen dar al Estado como participación 200 millones, ¡entonces, se los otorgaría 100 millones anuales extra, para que exploten Mutún?

Por todo lo anterior, no nos damos cuenta que parece que Bolivia, sea pacíficamente conquistada como colonia tributaria. ¡Por qué?

Mutún, es de todos los bolivianos. Defendámoslo trabajando, nosotros mismos. Lleguemos a ser un pequeño país fundidor de hierro, con acerías por nuestro esfuerzo. Así comenzaríamos la industrialización del acero, base para el desarrollo de otras industrias; del comercio, transporte que unirá el Oriente con el Occidente, y de la comodidad y confort, que nos daremos cada día en nuestras vidas.

(*) Ingeniero